Testigos de privilegio
opinión sin concesiones
domingo, 7 de septiembre de 2025
viernes, 5 de septiembre de 2025
MESA DE CAFE POR LADORREGO AM1470
En primer lugar, los periodistas Carlos Madera Murgui y Pablo Marcó explicaron el sistema que se utilizará para el reparto de bancas en el Concejo Deliberante: se denomina cociente Hare/Niemeyer, o sistema de proporciones matemáticas, que fue desarrollado por el matemático alemán Niemeyer y promovido para un sistema electoral por el jurista inglés Sir Thomas Hare.
Yendo a la parte analítica, a partir de lo oído y observado durante la campaña, se perfila una marcada intención de plebiscitar la gestión del intendente Juan Carlos Chalde. Sin embargo, advirtieron que esto no implica que se subestimen a los candidatos que compiten. Destacaron que los postulantes del partido gobernante en el distrito basaron su estrategia proselitista en remarcar los logros de Chalde al frente del Ejecutivo
Un tema central en la Mesa de Café fue cómo fueron abordados en la campaña cuestiones críticas como el manejo del agua potable en nuestra ciudad: Ambos lamentaron la falta de propuestas concretas y debates profundos sobre éste y otros problemas escructurales. “Nadie ha discutido qué hacer para solucionar definitivamente, sin paliativos, el acceso al agua de calidad , lo que es fundamental para la calidad de vida de los ciudadanos.
lunes, 1 de septiembre de 2025
jueves, 28 de agosto de 2025
"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”. (George C. Lichtenberg)
lunes, 14 de julio de 2025
Recordando publicación 13 de octubre de 2021. con las actualizaciones del caso, en punto muerto.
"existe una ausencia en el coraje que requiere la iniciativa política"
por Carlos Madera Murgui #
Hace más de cincuenta años, donde hoy se emplaza la municipalidad en la céntrica avenida Alvaro Ricardo Fuertes, existía la emblemática plaza de ejercicios físicos, lugar de encuentro para niños y niñas y no tanto, adolescencias más largas que ahora en cuanto a hábitos, sitio de recreo con hamacas, pasa manos, tobogán, cancha de básquet , sube y baja. Existía allí y creo, no recuerdo bien, en la plaza también, una especie de torreta de material de más o menos un metro de alto, de material con una válvula, donde en ese surtidor, todos calmábamos la sed, cuando también no solo el agua, sino la leche, la carne, en la vida diaria, y hablando de manejos bromatológicos, sanitarios, distaban bastante de los conocimientos y los manipulaciones de hoy. El agua era consumida desde las canillas domiciliarias y como excepción, recuerdo, ante algún inconveniente, la municipalidad asistía con un camión tanque, cuando una emergencia surgía en algún domicilio. Tiempos de otro ritmo, otra velocidad, pero también se me ocurre ahora, de otra consideración hacia la ciudadanía. Pasó el tiempo, hace unos 20 años, más/menos, los pobladores organizados o por iniciativa de algunos, comenzaron a objetar públicamente la calidad del agua que consumíamos, y de allí en más, un debate casi histórico por las estimaciones de la OMS, esgrimidas por la municipalidad y su área de salud, más la información sobre la fatídica cuenca acuífera del arsénico que atraviesa toda la Argentina, una significativa planta iniciada dos veces, hasta una visitada por la ex gobernadora Vidal, todo esto recuerdo más que realidad, desembocando, aquella vez, luego de recolección de firmas en mesas callejeras, en la decisión de distribución de agua envasada en bidones procesada por el Estado Municipal, contra el pago del servicio, con las salvedades de rigor. Ha corrido mucha agua bajo el puente, no potable a los intereses de la comunidad. Cálculos y proyectos, augurios, que no se concretaron ni en el mediano, ni el largo plazo. El agua envasada, por más que se persiga excelencia, va a ser eso, siempre, una salida temporaria a un turbado equívoco dorreguero. Obra sin duda muy importante pero groseramente dilatada, acompañada con comparaciones alquiladas hasta con lugares de Europa, donde el agua envasada es permanente, contrastando, eso sí, con la velada e invariada e impostada preocupación de las autoridades sobre la calidad de vida de todos nosotros. Pasó el tiempo, mucho, donde la ocupación de 4/5/10 o 20 personas, responsables directas, por no priorizar, no querer, o no poder, y que han decidido sobre el asunto en estas dos décadas, no equipara ni cerca, el trastorno y la medianía exigida en lo vital de toda la población. Pasamos pandemia, con todo lo que implicó, dolores y privaciones para afrontar lo desconocido, es cierto, pero no se tuvo labor positiva concreta para tratar una situación de largas colas y esperas en la sede de Obras sanitarias de calle Perón, donde se entrega el agua envasada. Es más, se dejó de proveer luego de mucho tiempo coincidentemente, en la Sala Sanitaria Loydi, extremo oeste de la ciudad, enclavada en una populosa barriada. La novedad del año, la protagoniza un gigantesco surtidor público, ahora dispenser, con un par de canillas, donde la población puede servirse a toda hora, y satisfacer su necesidad en la vereda misma del centro asistencial, dejando de lado, (pareciera a vista de la ignorancia de este cronista o de información oficial y pública), sin medidas sanitarias de otro momento, donde la higiene, con los bidones lavados y sellados son dejados de lado con este dispositivo. El retroceso y la exclusión son manifiestas,( más que con los destinatarios, que somos todos, no solo esa barriada en especial), sino con el destino, en el propio intento y concreción. Existe una ausencia en el coraje que requiere la iniciativa política, que no solo da de lleno en la humanidad de los dirigentes gobernantes o no, sino también en la pasividad ciudadana. No hay que esperar lo posible, hay que crearlo. Alguna vez como recordábamos, la ciudadanía, el pueblo sin excepciones, reclamó soluciones que derivaron en el agua envasada, un temporario, que va por las dos décadas más o menos. Impongamos un debate que no derive en soluciones del tiempo colonial, vivimos en un distrito rural, generador de riquezas, enclavado en la provincia de Buenos Aires, aspecto resaltado cuando nos conviene. Cuando se espera un debate constructivo aparece la beligerancia en las posturas del oficialismo deliberativo cuando deben explicar alguna situación, más la exasperante pasividad opositora, y no hablo como anti política, anti discusión. Es precisamente equitativa y proporcionalmente a la inversa. La carencia de agua potable en red en la ciudad, de hecho es un conflicto, pero nadie lo debería mirar ya, como si nada acurriese. En definitiva, que lo aborden como se les ocurra, pero algo tienen que hacer, aunque sea para ilusionarnos. Frente a todo esto, la desesperanzada expectación comunitaria sobre algo que nunca llega. No somos el ombligo del país, ni siquiera de la región, como se creen algunos, sí, somos personas mayoritariamente encauzadas, deudores de alteraciones sociales como en todos lados, pero la provisión de agua potable como servicio esencial público en condiciones que impone el tiempo que vivimos, además de derecho humano insoslayable , es una obligación social comunitaria que nos debe ocupar prioritariamente y de una vez por todas, nos debemos una acción, todos, que nos saque de esta situación cuasi ignominiosa como pueblo.
miércoles, 23 de marzo de 2022
Aquellos fueron los dias
por Carlos Madera Murgui #
El preconcepto acuñado desde siempre en el periodismo lugareño y desmitificado después de muchos años en el entendimiento de quien escribe, tal es, el anuncio de la auto referencia, como aviso de la explicación de una posición determinada sobre un tema; como si no fueran todas, signadas y fundamentadas en propias experiencias, vivencias, creencias, ideologías y aspectos de la vida misma protagonizada por el enunciante. Toda opinión esta puramente relacionada con lo personal, es indisoluble. Aclarado esto, por si hiciera falta, después de muchos años la comprensión y el análisis de ciertos asuntos se hace completamente más sencillo. La memoria, totalmente selectiva, se refiere a partir de un solo y único hecho, con disímiles lecturas, precisamente desde la óptica de otras tantas personas con basamentos y experiencias de lo más personal. Es cierto sí, que varía la construcción del relato que se quiera difundir. Por eso, lo de lo auto referencial, pasa a un segundo plano, porque está demás aclarar que ningún periodista aunque lo diga, o lo escriba, incluso que lo milite, se desliga en sus dichos sobre algo categórico, sin lo explícito de su idea. Leí hace pocos días un escrito donde se decía que la mayoría de los estudiantes se enteran por otra vía y no en la propia educación primaria o secundaria oficial siquiera, del hecho más sangriento de represión que haya protagonizado el Estado Argentino en todos los tiempos. Los mismos cambiantes gobiernos han fortalecido o menguado las sergas de la historia, y trasladado a los educandos, ni más ni menos igual a las trazas de auto referencia según su visión ideológica. Las distintas dictaduras a lo largo de la historia, con un acompañamiento y complicidad muy sólida de la sociedad civil y eclesiástica, al extremo de confundir a los militares como alternativa válida de una forma de gobierno, tergiversando las obligaciones del Estado y los derechos de sus gobernados. El zigzagueante accionar de la justicia argentina desde el inicio en la actual etapa democrática en el país, marca en nuestra zona con el juicio a los represores del Quinto Cuerpo de Ejército en el TOF Criminal de Bahía Blanca una reivindicación histórica, larga y tardía seguro, pero que algunos podemos invocar después de tantos años, donde el dolor, la estigmatización, la desaparición y la muerte pasaron y seguirán pasando inadvertidas para otro sector seguramente mucho más numeroso. La complicidad civil/eclesiástica/policial/estatal existió en mi pueblo y todo se ocultó en la más cínica y vergonzante actitud que de yapa es fingida oficial e históricamente en su recuerdo, salvo puntuales y muy tibios ejemplos de ello. En mi juventud perdí mi mejor amigo, estoy viviendo y escribiendo por un hecho fortuito ,de no seguir a último momento, estudiando en La Plata, la reclamación y la demanda fue diaria y sostenida a lo largo de los años, ya en facetas de periodista y político. Mi pueblo nos debe, me debe y les debe, con el derecho a peticionar personalmente, el recuerdo en la Plaza principal a los dorregueros asesinados por el Terrorismo de Estado. El municipal en todas sus fuerzas gobernantes está en adeudo, con ellos, con los que nunca volvieron a pisar el terruño, hijos de este suelo, educados y criados en él, incluso a partir del nefasto hecho, del silencio repugnante de quienes bien los conocieron. El paso de los años, devuelve algunas fruiciones basadas en convicciones que no claudican, con lo paradojal de lo personal en un fundamento hiper colectivo, mantenido a lo largo de todo este tiempo. Ese juicio de referencia involucra en la parte querellante a uno de mis hijos en su trabajo personal profesional, como Director Provincial de la Secretaria de Derechos Humanos Bonaerense brindando una rara sensación después de tantos años, que no devuelve la vida, pero que coincidentemente viene a redondear algo por la memoria, la verdad y la justicia en el recuerdo imborrable de tan queridos amigos.
Todo tan cercano y tan lejano para otros, desde aquí,
diferente y tan igual, signados por una lógica tan distintiva como comunidad,
que hace más significativo el propósito, desde siempre en yermo, ante tanta
indiferencia. Renunciar a la identidad,
se debe ubicar entre las más miserables
actitudes personales, grupales o institucionales que puede protagonizar
un ser humano. La sociedad tiene hambre de olvido y ama el presente, de donde
nacen y se reproducen los alivios diarios. A quienes recordamos, también
tuvieron su presente y lucharon y murieron por ideas que encendieron la
esperanza popular ante un Estado armado y bajo ninguna ley, marcándonos con sus
vidas, el valor de la dignidad y la existencia, y que seguiremos evocando, en
un momento de duros pasares, con los ideales intactos, pero con un marco
legal-democrático obtenido y aprendido después de tanto detrimento. Desde
aquellos días se discute la manera de ampliar el círculo de los que recuerdan.
Una afirmación que no me pertenece, sostiene
que es equivalente a persuadir a mirar a nuestro país dando cuenta que
lo mucho que afecta, condiciona, limita y daña la posibilidad de una patria
justa, libre y soberana tiene que ver con lo que instauró e instituyó la
dictadura militar a través del terrorismo de Estado. El recuerdo congénito en
la expectación inquebrantable de saber que se vive como se piensa y no a la
inversa, y que otros dieron la vida, para que ello fuera posible, hoy aparece
vívido en las luchas por lo que sea. Ya nada fue, y será igual.
miércoles, 13 de octubre de 2021
Mesa de café miercoles 13/10/2021 por Ladorrego AM1470-Programa en campaña para la instalación en la plaza principal de la escultura en recuerdo de los asesinados por el terrorismo de Estado y por la prosecución de la fiesta de las llanuras en su lugar de nacimiento.
"existe una ausencia en el coraje que requiere la iniciativa política"
por Carlos Madera Murgui #
Hace más de cincuenta años, donde hoy se emplaza la municipalidad en la céntrica avenida Alvaro Ricardo Fuertes, existía la emblemática plaza de ejercicios físicos, lugar de encuentro para niños y niñas y no tanto, adolescencias más largas que ahora en cuanto a hábitos, sitio de recreo con hamacas, pasa manos, tobogán, cancha de básquet , sube y baja. Existía allí y creo, no recuerdo bien, en la plaza también, una especie de torreta de material de más o menos un metro de alto, de material con una válvula, donde en ese surtidor, todos calmábamos la sed, cuando también no solo el agua, sino la leche, la carne, en la vida diaria, y hablando de manejos bromatológicos, sanitarios, distaban bastante de los conocimientos y los manipulaciones de hoy. El agua era consumida desde las canillas domiciliarias y como excepción, recuerdo, ante algún inconveniente, la municipalidad asistía con un camión tanque, cuando una emergencia surgía en algún domicilio. Tiempos de otro ritmo, otra velocidad, pero también se me ocurre ahora, de otra consideración hacia la ciudadanía. Pasó el tiempo, hace unos 20 años, más/menos, los pobladores organizados o por iniciativa de algunos, comenzaron a objetar públicamente la calidad del agua que consumíamos, y de allí en más, un debate casi histórico por las estimaciones de la OMS, esgrimidas por la municipalidad y su área de salud, más la información sobre la fatídica cuenca acuífera del arsénico que atraviesa toda la Argentina, una significativa planta iniciada dos veces, hasta una visitada por la ex gobernadora Vidal, todo esto recuerdo más que realidad, desembocando, aquella vez, luego de recolección de firmas en mesas callejeras, en la decisión de distribución de agua envasada en bidones procesada por el Estado Municipal, contra el pago del servicio, con las salvedades de rigor. Ha corrido mucha agua bajo el puente, no potable a los intereses de la comunidad. Cálculos y proyectos, augurios, que no se concretaron ni en el mediano, ni el largo plazo. El agua envasada, por más que se persiga excelencia, va a ser eso, siempre, una salida temporaria a un turbado equívoco dorreguero. Obra sin duda muy importante pero groseramente dilatada, acompañada con comparaciones alquiladas hasta con lugares de Europa, donde el agua envasada es permanente, contrastando, eso sí, con la velada e invariada e impostada preocupación de las autoridades sobre la calidad de vida de todos nosotros. Pasó el tiempo, mucho, donde la ocupación de 4/5/10 o 20 personas, responsables directas, por no priorizar, no querer, o no poder, y que han decidido sobre el asunto en estas dos décadas, no equipara ni cerca, el trastorno y la medianía exigida en lo vital de toda la población. Pasamos pandemia, con todo lo que implicó, dolores y privaciones para afrontar lo desconocido, es cierto, pero no se tuvo labor positiva concreta para tratar una situación de largas colas y esperas en la sede de Obras sanitarias de calle Perón, donde se entrega el agua envasada. Es más, se dejó de proveer luego de mucho tiempo coincidentemente, en la Sala Sanitaria Loydi, extremo oeste de la ciudad, enclavada en una populosa barriada. La novedad del año, la protagoniza un gigantesco surtidor público, ahora dispenser, con un par de canillas, donde la población puede servirse a toda hora, y satisfacer su necesidad en la vereda misma del centro asistencial, dejando de lado, (pareciera a vista de la ignorancia de este cronista o de información oficial y pública), sin medidas sanitarias de otro momento, donde la higiene, con los bidones lavados y sellados son dejados de lado con este dispositivo. El retroceso y la exclusión son manifiestas,( más que con los destinatarios, que somos todos, no solo esa barriada en especial), sino con el destino, en el propio intento y concreción. Existe una ausencia en el coraje que requiere la iniciativa política, que no solo da de lleno en la humanidad de los dirigentes gobernantes o no, sino también en la pasividad ciudadana. No hay que esperar lo posible, hay que crearlo. Alguna vez como recordábamos, la ciudadanía, el pueblo sin excepciones, reclamó soluciones que derivaron en el agua envasada, un temporario, que va por las dos décadas más o menos. Impongamos un debate que no derive en soluciones del tiempo colonial, vivimos en un distrito rural, generador de riquezas, enclavado en la provincia de Buenos Aires, aspecto resaltado cuando nos conviene. Cuando se espera un debate constructivo aparece la beligerancia en las posturas del oficialismo deliberativo cuando deben explicar alguna situación, más la exasperante pasividad opositora, y no hablo como anti política, anti discusión. Es precisamente equitativa y proporcionalmente a la inversa. La carencia de agua potable en red en la ciudad, de hecho es un conflicto, pero nadie lo debería mirar ya, como si nada acurriese. En definitiva, que lo aborden como se les ocurra, pero algo tienen que hacer, aunque sea para ilusionarnos. Frente a todo esto, la desesperanzada expectación comunitaria sobre algo que nunca llega. No somos el ombligo del país, ni siquiera de la región, como se creen algunos, sí, somos personas mayoritariamente encauzadas, deudores de alteraciones sociales como en todos lados, pero la provisión de agua potable como servicio esencial público en condiciones que impone el tiempo que vivimos, además de derecho humano insoslayable , es una obligación social comunitaria que nos debe ocupar prioritariamente y de una vez por todas, nos debemos una acción, todos, que nos saque de esta situación cuasi ignominiosa como pueblo.
# co-conductor la mesa de café- miércoles 10,05 "la radio esta servida"
+ Audio completo en www.ladorrego.com.ar