sábado, 18 de julio de 2015

TAPA " DORREGO DESPIERTA" programa viernes 17


                                                         
"Ninguna política es neutra"
Resultado de imagen de igualdad social
Dentro de una reflexión sobre las posibilidades de todos nosotros de acceder a condiciones de vida, que aseguren en el tiempo progresividad basada en las capacidades y oportunidades, nos encontramos con cosas no tan sencillas.   La igualdad de oportunidades refleja muy abarcativamente esa situación, pero propongo una disquisición de las definiciones conceptuales en torno de igualdad.      Hace años que existe una simplificación en limitar estos asuntos con el bienestar económico, mas particularmente al ingreso .  Al no ser representativo de lo que ocurre llevó a miradas alternativas como el índice de desarrollo humano que incluye además de ingresos, indicadores de salud y educación, lo que derivó acertadamente en una concepción multidimensional de la pobreza, que no siempre es ingreso.  Lo que queremos enfocar es que  baje la desigualdad de los ingresos  (progresión transformadora en el país), no necesariamente supone que eleve provechos en las otras esferas de las que hablamos.    El famoso coeficiente de Gini , apunta a lo primero, tomando como base ingresos en sectores altos y medios donde las políticas públicas dirigidas no tienen demasiado margen de maniobras en estas capas, por la sencilla razón de la necesidad.    La descarnada discusión sobre estos temas ,  en ese contexto, varía según las miradas y no las carencias.         Por ejemplo, de hecho existen políticas y acciones que permiten que no haya reproducción o que se atenúen desigualdades que provienen de la esfera económica.     La corriente y la instalación de estos problemas públicos permite restituir al menos la historicidad, que son éstos y no otros lo que están en el centro de la escena , manejada por la sociedad mayoritaria y los medios.    Hay temas que hoy a la sociedad le importan un poco más que hace una década.     La teoría de los problemas públicos, es decir de todos ,   ha adquirido otro valor general.  La idea de igualdad de posiciones conlleva en una dirección a lo largo de todo el ciclo de vida de los individuos, mientras que la igualdad de oportunidades tiene detrás una idea meritocrática y es una ficción noventista que todavía se repite, en discursos renovados y entalcados para un nuevo fingimiento.     No anotan en cierto lugar y en determinado horario para hacerse cargo del futuro;  a cada uno lo rodea un mundo diferente, el cual merece un tratamiento diferente para llegar a igualarse en sentido de la oportunidad.         La igualdad de oportunidades como competencia perfecta presupone una falsa competencia y menos aun perfecta, donde los perdedores vienen perdiendo desde siempre.    La tracción del mercado de trabajo , uno de los más protegidos, con la aparición de coberturas asistidas a los empleadores, obras sociales asistidas, transferencias condicionadas sobre los mismos ingresos, nuevas jubilaciones y ya en temas completamente nuevos como el de la brecha digital con el conectar igualdad o reivindicaciones históricas como la ley de empleo rural y la ley de empleos domiciliarios implica una adelanto auténtico y notorio en la disminución de las desigualdades.       Además del mercado del trabajo y ya en ámbitos como la salud  ; la prevención y la asistencia han visto cambios substanciales, también se ha verificado notorio avance cobertor en el ámbito educativo, quedando mucho por hacer en la calidad.  La disminución de la desigualdad no puede ser una política por fuera de otras, debe ser transversal a todas.   Ninguna política es neutra respecto de la desigualdad.  A no olvidar que toda ganancia es frágil en su definición si puede ser erosionada por propias acciones en un futuro inmediato.

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