Quien quiera entender… que entienda
Los contrastes no están para postularnos como simples
testigos, y eso que hablamos permanentemente del privilegio de ello, sino para
desafiarlos, para reinventarnos desde aquella intervención que nos abre camino
creativamente. Las diferencias no están ahì para que las aceptemos, no
aparecieron por capricho, nos atraviesan y determinan mal que nos pese. Son
épocas de diferenciaciones, o mejor dicho, de recalar en los conflictos que
son, desde luego, diversidades històricas, desigualdades sociales. Se trata de
hacer piè en ello y desde allì modelar alguna forma que tenga el ímpetu de
modificarnos y modificar. Los contrastes están ahì, siempre es tuvieron, nadie
los invento, fluyen como el òxido, cuando mas tiempo pasa, màs se nota. No
están ahì para que los aceptemos como un dato suelto de la realidad, reclamando
o alentando la resignación,…. nunca, y menos desde un programa de opinión.
Tratamos de descubrir que no se trata de contar u opinar sobre las cosas de una
forma original, sino de llegar a incidir en las circunstancias a las que le
apuntamos. Hay una economía manifiesta en la austeridad de los recursos con que
se cuentan los hechos, que al menos aspiramos , dentro de nuestras limitaciones
no imitar. La comunicación no es el arte de lo posible, sino justamente lo
contrario, la espontaneidad de la radio, requiere el cuidado cuando se tiene
algo que decir en la elevaciòn lógica, esperada , por encima de la media, para
eso es medio de comunicación, entre otras cosas. Que hoy ,se escuche o lea a contramano
no va ser nuestra responsabilidad , el que dice no entender lo que aquí se dice,
disfraza ciertos movimientos acomodaticios para quien no acepta lo que sì comprendió,
y ya tenga decidido negarlo, aunque las palabras se le presenten , pareciera
gastadas , que haya que aclarar lo que quieren decir. Lo sutìl no quita lo
importante, levantar la voz o un improperio no deben precisar la disensión. En
esta Argentina donde mayoritariamente se sigue parapensandosè desde el
temperamento que el periodismo porteño revela y visibiliza a diario, no resulta
fácil entrarle al oyente local desde esta posición elegida, donde pretendemos
de la mejor forma posible, contarles y decir lo que pensamos, sobre algo no
fácil, menos còmodo , como opinar sobre lo que nos roza, hablarles de la imagen
diaria, pero no levantada por una cámara, ni leìda de internet, lo lugareño, convertido
en conflicto, sobre el uso cotidiano de lo que realmente nos interesa o
necesitamos, dos cosas opuestas, si existen. Parece que domesticar la realidad
que nos atraviesa, es separar lo que esperamos, una vida sin sobresaltos , sin
sacudones , prolija e inmaculada , eso
también intenta el mensaje , conjurar las anteojeras que buscan desdramatizar
lo que nos oprime. Tratar de decir algo sensato, de la mejor manera posible, es
la búsqueda inquebrantable en un lugar, como la radio, con compromisos
compartidos para apuntar hacia arriba, no existe otro convencimiento. Afirman
que los murciélagos duermen boca abajo porque el cerebro les pesa màs que el
cuerpo, No es este el caso de ningún ser humano, los cerebros vienen cada vez
mas etéreos ,mi ejemplo lo corrobora. Escribiò alguna vez Gore Vidal “ Tener
estilo es saber quien sos, que querès decir, a pesar de los demás”. Quien
quiera entender…que entienda, de lo contrario hemos fracasado con total éxito.
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