sábado, 16 de noviembre de 2013

COLUMNA PROGRAMA SABADO 16


POSTKIRSCHNERIMO K 
por
GUSTAVO MARCELO SALA


                      

Para aquellos que venimos de campo nacional y popular se nos hace tan inverosímil votar Peronismo no kirchnerista como votar al propio Socialismo o algún otro formato contemporáneo que se dice progresista. (Lo de formato fue adrede. El vocablo “Partidos” les queda grande)..
En estos diez años las fuerzas así llamadas han demostrado un notorio desapego por las políticas distribucionistas y populares desarrolladas, de modo que muy poco queda por debatir de cara al futuro. Lo hecho y dicho por esta porción del mundo opositor no resiste el menor análisis político. Desde sus posicionamientos con relación a la política de DD.HH hasta la misma discusión sobre incisos económico/sociales clarifican que el enfrentamiento es inexorable. Es probable que el peso del discurso mediático mediopelo haya cooptado el espíritu de muchos compañeros. No es mi caso. Sigo entendiendo a la política como un arte que debe perseguir solidariamente el bien común de toda la sociedad, sin excluidos; y para que ocurra dicho paradigma es necesario tomar decisiones que en muchas ocasiones afectan intereses puntuales de aquellos sectores más privilegiados. Curiosamente el progresismo nacional no está de acuerdo con ello, por lo tanto, para los que pretendemos una Patria en donde la equidad sea significado y significante no nos queda opción. El Kirchnerismo, en victoria o en derrota, fue, es y seguirá siendo la única posibilidad concreta de poder para llegar a dicha equidad, con errores y con aciertos. Y no sólo me refiero a una equidad de bienes y servicios: hablo de cultura, de educación, de integración, de sentido de pertenencia, de la valorización de la alteridad, vale decir observar al otro como uno. Pensamiento crítico no es pensamiento destructivo. Por suerte, o no tanto, los presagios de los agoreros no se han cumplido, de modo que seguiremos peleando, con alguna decorosa chance, por los espacios políticos. Puede ser que en algunos distritos no nos haya ido tan bien como hubiésemos deseamos, y puede ser que en otros la holgura de nuestros triunfos aún llame la atención, la lectura final debe ser nacional, no me parece inteligente sostener que el deseo de un modelo de país sea solamente resorte de aquellos sectores visibilizados mediáticamente. El domingo de las Paso fue la clasificación para una carrera que se corrió el 27 de Octubre teniendo en cuenta que dicha carrera no define para nada el campeonato. Digamos que a grandes rasgos todo quedó como era entonces y sólo existió un reacomodamiento opositor. El campeonato se define en el 2015 y hasta ese momento, gracias a la política, muchas aguas y traiciones correrán bajo los puentes. Lo que hoy no tenemos tan claro terminará por develarse, lo que hoy nos parece cordial y simpático deberá dar pruebas de su eficiencia y compromiso, lo que hoy se presenta como republicano se verá en la disyuntiva de tener que releer viejas lecturas, los que hoy se presentan como Mesías deberán, en estos años, exponer y dar fe de su santidad...
Ciertamente me perturba la posibilidad de un postkirchnerismo, sin kirchnerismo, escenario que nos ubique, que nos reubique, en un NO lugar político como en los noventa. Éramos los invisibles, los indeseables, los que hablábamos del Estado como el primer emprendedor, los que ponderábamos al cooperativismo, los que percibíamos que el conflicto económico y político provocado en aquellos años por el neoliberalismo no podía resolverse de espaldas al pueblo y de la mano de los Organismos Internacionales de Crédito.  Lamentablemente tengo demasiada memoria para confiar en algo que no sea Kichnerismo. Que va, en el fondo y a pesar de la enorme tarea constructiva y contructora de Néstor y Cristina sabemos que nada dura demasiado y uno tiene la humana obligación de no abandonar el esceptismo; acaso para que no nos vuelvan a embaucar, acaso para tener siempre presente aquellos años en donde fuimos felices...

www.lasbalasdelcampanario.blogspot.com.ar 

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