miércoles, 19 de marzo de 2014

UN NUEVO 24 DE MARZO

" POR SI ALGO QUEDA POR DECIR"
Màs de tres decadas nos separan del comienzo de la noche dictatorial, de ese tiempo dominado por los nuncios de la muerte en un país en el que se fueron preparando con precisión homicida ( y no solo, como se intento simplificar durante años, desde la trama militar ) las condiciones para una barbarie inèdita que dejó, en el cuerpo y en la memoria social , una herida profunda que, si bien todavía no ha cicatrizado y quizá nunca lo haga por la inmensidad del daño infligido, sì nos encuentra, en tanto momento histórico surcado por un entusiasmo que creìamos perdido, recogiendo de otro modo y vivenciando con otras sensaciones la llegada de cada 24 de marzo en que la memoria no puede dejar de hacer su trabajo redefiniendo, desde la actualidad, lo que ese pasado significo en el interior de una sociedad en la que muchas permanecen en disputa. El espíritu rememorativo, va mas alla de los genocidas militares que hoy están siendo juzgados para interrogarse por aquellas otras complicidades tanto tiempo disimuladas, silenciadas, ocultadas o simplemente negadas que involucraron a las grandes corporaciones económicas, a la jerarquía de la iglesia católica y a los principales medios de comunicación;  sabe también de lineamientos generacionales y se guarda como tesoro en las canteras de la memoria popular; constituyen una parte indispensable a la hora de comprender mejor sus propias practicas y sus propias visicitudes históricas. Por eso cada 24 de marzo algo termina y algo comienza. Es la memoria del horror y la potencia de lo nuevo que se abre como oportunidad de emancipación. La memoria, aunque intentemos silenciarla o reprimirla, hace su trabajo y cada tanto nos recuerda los que nos aconteció , los olvidos que intentan esconder, en lo mas profundo de nuestras conciencias, las heridas traumaticas, aquellas que siguen allí señalando las deudas impagas, las tachaduras infames, los fantasmas que nos siguen habitando.  Aquello que estuvo en el nucleo del discurso militar, la despolitización de la sociedad, la homologación de política y criminalidad, y que termino por volverse parte de la escena nacional ; hoy aparece encarnada por la banalidad de un amplio sector de clase política  cimentando desde la utópica república perdida, como base , para tratar de adueñarse nuevamente del poder por medios antidemocráticos, multiplicando desde el lenguaje de la antipolitica de la mano de la hegemonía neoliberal . Pensar el futuro como escenario de una sociedad que recupere sus esperanzas, es ineludiblemente, refundar la política como el único ámbito para una genuina construcción democrática, un espacio capaz de procesar sus conflictos y de inventar cotidianamente , una gramatica de la igualdad y la libertad. La decisión popular institucional mayoritaria decidió por ordenanza que los dorregueros tengamos un recuerdo permanente hacia los asesinados por el terrorismo de Estado, personalmente le agrego como hace mucho tiempo, que deberìa ser en la plaza principal, donde late el corazón de los pueblos ; donde nos tropezemos a diario con el recuerdo del horror vivido, pero también con la fuerza del pensamiento, de las convicciones y del compromiso. Como sociedad, deberíamos comenzar a pagar algunas de las deudas que todavía tenemos, deudas que nos recuerdan lo mucho e indispensable que queda por hacer. Quizas algún 24 de marzo venidero comprobemos la voluntad de quien tiene la obligacion de hacerlo.
Carlos Madera Murgui
Por el recuerdo de mis hermanos muertos por la dictadura 
(columna micro programa "quien quiera oir que oiga" con Pablo Marcò)