En diálogo con Cynthia García, Juan Carlos Torrillo, contó la experiencia de 432 familias beneficiarias del PROCREAR que están a la espera de la activación del crédito para escriturar el terreno y temen por la continuidad del programa bajo el próximo gobierno.
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procrear-logo-348x260Con la puesta en marcha del plan PROCREAR, 432 familias se organizaron para comprar un predio de 21 hectáreas en el barrio Lisandro Olmos y acceder a la casa propia. En el 2013, las familias salieron sorteadas como beneficiarias del PROCREAR, los expedientes ingresaron al Banco Hipotecario y están a la espera de la aprobación de los créditos.
Juan Carlos Torrillo contó que luego de un arduo proceso lograron la “rezonificación de tierras rurales y desarrollar el loteo”, y que existe cierta preocupación en las familias porque “hay plazos contractuales que cumplir para concretar la compra de los terrenos y el flujo crediticio viene siendo lento”.
El beneficiario explicó que “los expedientes están dentro del Banco Hipotecario pero deben ser aprobados para poner el proceso en marcha”.
Torrillo expresó su “angustia e incertidumbre” respecto del proceso de transición política y el futuro del programa. Al respecto sostuvo: “Nos paramos desde la defensa del programa pero tampoco vemos un futuro demasiado promisorio en relación a su continuidad”.
“Lo que vemos es que se puede encarar un proceso de ajuste, no necesariamente desde las nuevas autoridades del Poder Ejecutivo sino desde el mercado y un sector de las corporaciones judiciales”, dijo al tiempo que hizo referencia al fallo de ayer de la Corte Suprema.
Por último, remarcó que el PROCREAR es una programa que “empodera” y permite la “organización colectiva en torno a un derecho que requiere el apoyo del Estado.