martes, 31 de octubre de 2017

TAPA "Dorrego Despierta" martes 31-10-2017

Clases
sobre conceptos de Pablo Quiroga
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Cada sociedad posee, por decirlo de alguna manera, su propia cosmovisión o imaginario social. Este atributo de las sociedades o comunidades humanas es el que permite la construcción de comportamientos y conductas grupales. Esto es lo que permite llegar a acuerdos sobre cuestiones respecto de las cuales no existe constancia alguna, como la creencia en Dios, por la que muchas personas aún sin conocerse entre ellas comparten iguales sentimientos y prácticas. Lo mismo puede decirse de ideas como la nación, la que, a partir de supuestos comunes denominares, (geografía, lengua, historia) hace a un grupo de personas “únicos”, y aunque es algo intangible, para ellos es tan real como una pared de cemento.
En política, ciertos acuerdos sociales, por ejemplo los que tienen que ver con lo que los miembros de la sociedad consideran beneficioso para el conjunto en un momento histórico, también dependen de aquella mentalidad o imaginario social.
Esto viene a cuento por ciertos consensos democráticos que creíamos definitivos años atrás hoy, la realidad muestra, no son tales. En algún momento algo cambio en el imaginario o mentalidad social.
Entre esos consensos me refiero, por ejemplo, a la idea construida entonces del ciudadano. Alguien comprometido con las cuestiones que incumben a su entorno, a su familia, a su barrio o su escuela pero, además, comprometido en la resolución de problemas o conflictos que, aunque no lo afecten personalmente o directamente, hacen a su preocupación como sujeto social. Por lo tanto, más allá de las condiciones de la escuela de sus hijos, le importaba la política de educación. Y, aunque sus condiciones de trabajo fueran confortables, le importaban las políticas laborales y el debate sobre posibles reformas en ese ámbito.
Comprendía, este sujeto, que debía trascender a su situación personal y al momento en que le tocaba vivir. Incluían, aquellos acuerdos, la convicción de que las políticas dirigidas desde el Estado son imprescindibles para las construcciones colectivas, que crearían las bases necesarias para desarrollar una sociedad más justa en la que todos tengan, al menos, igualdad de oportunidades y, aún más, con el tiempo , garantizar la igualdad de resultados.
Las ideas no eran un concepto vacío o un simple eslogan de campaña. Eran un programa colectivo. A partir de entonces, el desafío era no sólo alcanzar una restauración definitiva de las instituciones republicanas sino mucho más. Había que cambiar la estructura productiva, la concentración de la riqueza. Poner por encima de los “dueños de la deuda externa” el interés de los argentinos. Caminar, por lo tanto, no sólo hacia la restauración republicana sino hacia la construcción de una democracia social.
Es necesario resaltar que, ciertas decisiones, y la puesta en marcha de determinadas políticas, que contrariaron el interés de sectores poderosos de siempre, que ponían en riesgo la continuidad de los propios gobiernos, fueron tomadas con coraje y convicción. Pensando que si no se rompía el espinazo de la estructura cultural autoritaria, que había trascendido durante décadas en el país, y que favorecía la aplicación de políticas económicas contrarias al interés de las mayorías, tal vez nunca más se darían las condiciones para hacerlo.
Más allá del éxito o fracaso de estas y otras iniciativas políticas, la democracia se consolidó. Pero el supuesto de que ciertas iniciativas básicas continuarían orientando las políticas públicas no se verificó. Porque en el imaginario de las mayorías, el ideal social estaba virando, se estaban creando las condiciones para que cambie.
En los ‘90, la idea, sobre los alcances de la democracia, fue ridiculizada. No porque no se pudo alcanzar en relativos pocos años de democracia, cosa que era imposible. Fue porque los sectores más concentrados de la economía, que se hacían con el poder, le brindaban a la sociedad un nuevo paradigma, en el que la democracia social, constituida por sujetos comprometidos en la construcción común, se dejaba de lado por otra, en la que el individualismo y el retiro del Estado, como garante del interés general, era lo que Argentina necesitaba para entrar a la modernidad con un éxito que el mundo aplaudía.
Sabemos cómo terminó esa idea del individuo exitoso, indiferente a la suerte de sus compañeros de ruta y con el estado a un costado para no interferir en su desarrollo. Luego de aquel desastre político y social parecía que se volvía a consensos donde la construcción colectiva entre ciudadanos, y con el Estado presente, era aceptada por muchos.
Hubo errores, sin dudas en el pasado gobierno, que si bien opto por políticas inclusivas, se enfrentó solo a un anti kirchnerismo exacerbado de sectores de la oposición de entonces, que por sus características ideológicas, No pudieron consolidarse en un camino hacia la consolidación de una sociedad más justa.
Hoy vuelve a crearse en el imaginario social un ideal en el que el individualismo es la manera más segura de progresar. El vecino, preocupado sólo por lo que le ocurre a él y a su entorno más cercano, reemplaza al ciudadano. Para hacerlo más estimulante, al vecino se lo visita con timbreos, para evitarle preocupaciones. No es necesario que salga de su casa, “para eso vamos, lo escuchamos sobre los conflictos de su barrio y los resolvemos”.
Por eso hoy no lo visita el militante político como antaño, quien estaba dispuesto a escuchar, pero también a debatir sobre los problemas de su barrio y sobre los problemas del país. Ese militante no se acercaba a la casa como una individualidad. Se acercaba en nombre de un partido político y en su nombre hablaba. Hoy quien llega es el líder, el gobernante, que directamente se reúne con el vecino afortunado, prescindiendo del partido y la militancia, ya que no es necesaria. El líder está ahí y escucha. Luego resolverá sin necesidad de la intermediación de la política.
Si el vecino reemplaza al ciudadano, el emprendedor es el nuevo ideal social. Exitoso, que construye ese éxito sólo en base a sus méritos, prescindiendo del Estado y de cualquier otra ayuda, que no sea la del sistema financiero que le da un pequeño empujón para lanzarse al triunfo. Es, por lo tanto, indiferente a la suerte de otros que no hacen los méritos suficientes para convertirse en hombres y mujeres del siglo XXI.
Hay muchas falacias en esa idea. Millones no tienen posibilidad alguna de abrirse con éxito al mundo, más allá de sus condiciones o “méritos”. No viven en viviendas mínimamente dignas, no pudieron terminar la educación básica y tienen problemas cognitivos por mala alimentación en sus primeros meses de vida.
Pero aún, el aspirante a emprendedor de clase media, que no tiene capital y quiere empezar, necesita del crédito e inversiones sociales. No podría ponerse un comercio si el Estado no hiciera carreteras, calles, agua potable, escuelas, hospitales, si no existiera el registro de la propiedad o se dieran créditos a baja tasa. El punto es que no computa esos bienes sociales porque ya los ganó en su imaginario.
Sin Estado, en realidad, poco o nada podría emprender. Y al decir que sin Estado pocas cosas podría emprender, estamos ocultando algo. Debemos decir que, sin los ciudadanos que solventan con sus impuestos toda la esa infraestructura productiva, social y jurídica, pocas cosas se podrían emprender. Lo que en el fondo decimos, es que no hay logros individuales sin esfuerzos colectivos.
Hoy, lejos de esto impera no sólo el concepto del individualismo sino, además, la idea de que para crecer hay que vivir en un país que no gaste en políticas inclusivas, como si con ello se ahorrara para los emprendedores, cuando lo que se hace es dar más ganancias a la elite, empobrecer a muchos ciudadanos y contribuir al conflicto social.
Si el Estado no interviene activamente aplicando políticas que mejoren la distribución de la riqueza, lo que incluye educación, vivienda y salud para todos, no hay proyecto de sociedad viable. Y para esto, entre otras cosas, hay que evitar el riesgo de la anti política
La constatación de algunos personajes exitosos no debe tapar la existencia de millones que necesitan de un Estado presente. Y sólo hay Estado presente si hay política, expresada fundamentalmente a través de sus organizaciones.
Queda claro que los consensos son parciales, no los comparten todos. Surgen de una puja de intereses. Por lo tanto, quienes creemos que aquellos objetivos siguen siendo necesarios para construir una sociedad mejor, más igualitaria, debemos trabajar para que la idea de la democracia social, a través del debate político y de los partidos, vuelva a ser mayoritaria. Para ello debemos influir en la construcción de un nuevo imaginario social.
Hoy parece un poco lejano, pero las ideas son permanentes, las ideas no se matan, aunque a veces sean minoría. Por eso el desafío es ser leal a la idea y militar para que vuelva a ser mayoritaria. A lo único que no podemos renunciar es a la política porque sigue siendo la mejor herramienta para cambiar la realidad.


viernes, 27 de octubre de 2017

TAPA "Dorrego Despierta" viernes 27-10-2017


AQUÍ ……DONDE LA PAMPA SE HIZO CARICIA PARA ANIDAR LA NOSTALGIA
por Carlos Madera Murgui # 

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Para todos nosotros, no son tradiciones lejanas, conocemos sobre nuestras raíces, costumbres y sus músicas. Expresión viva de identidad, que subsiste y sigue buscando sustento entre generaciones masificadas por los dardos de las estrategias marketineras,  que apuntan hacia una tradición folklórica maquillada,  socia del mercantilismo de estos tiempos. Generaciones enteras mirando hacia el folklore en los años 50 o 60,  fijaron grupos en todo el país , cuando la música de nuestra tierra hacia furor en un momento de cambios integrales, que también comprendió justamente a la música.  La historia de la Peña Nativista a lo largo de más de medio siglo largo sabe de acometer la gran tarea de reinvindicación al acontecer de este bastión de sureria, erguidos ante todos los embates, pretendiendo solo una consideración para nuestro acervo, para nuestro historial.
 Es expresamente usurpada la palabra nuestro, cerrando prietamente un pensamiento común de dorregueros, que con cada advenir de Octubre, ahora pisando noviembre nos transforma el paisaje, sintiendo y gozando con intención y sinceridad la fiesta grande del nativismo, pero ya de Dorrego todo.
Las desvirtuaciones  que vemos diariamente , contrastan con el mojón de refugio , persistente de dimensión pampeana, con voluntades renovadas y renovables sobre proclamar, defender y propiciar una presencia imperturbable de tiempos y acaeceres que nunca debieron olvidarse, porque en principio deforman , pero que terminan por anular una sustancia heredada , que el ejemplo de nuestro gaucho sintetiza autentica nacionalidad.
Decir Dorrego, es decir Peña Nativista, es bastión de autenticidad telúrica, es cultura, ,y así ha sido entendido, hay respeto, pero ha sido ganado, como por Atahualpa, el más grande, aquél que rechazó un homenaje de los paisanos de aquí, volvía y trató a este pago como verdadero hermano, porque  se sentía uno más. El icono de la tradición argentina para muchos,  venía a este pueblo a visitar sus amigos ,a cantar y tocar la guitarra, a comer y tomar festejando algo tan simple como la vida elegida. Es muy exquisita la descripción de Yupanqui, que consigue que uno pueda mirar, asistir a lo que él cuenta. Los detalles del destacado hablando de la tristeza del provinciano, de la mansedumbre del paisaje; que a su vez también es impactante, la inmensidad de la llanura y el ser humano enclavado en soledad. Solo su alma y el silencio son testigos de la felicidad que le produjo su tierra, su belleza y el sentirse parte de ella. La mirada tan simple en la obra de Yupanqui, es un  manifiesto de nuestra idiosincrasia. Escuchando a Yupanqui,  uno aprende a querer el lugar donde pertenece, más aun sabiendo que el gran maestro respetaba este lugar y aprendió a quererlo, este año tendremos una parte de Atahualpa con nosotros otra vez.
Todo esto gracias a la Peña Nativista, a su gente claro, sus años, su testamento en gentes en otros grupos donde se sigue con el legado académico, cuidado, donde hoy parece simple que cientos de personas escuchen con atención , respeto, silencio y conocimiento a un cantor solitario sobre un gran escenario que sabe que está ante el gran público, que sabe que conocen, que está en un pueblo donde no sólo se escuchan cantores, sino que además de la música, los bailes, hay jineteadas, desfiles, comidas, eventos pictóricos, literarios, arte y cultura de dónde venimos , mejor dicho no vinimos de ningún lado, estábamos aquí.  Desde hace pocos años la puerta de nuestro pueblo, avisa al que entra o pasa por la ruta,  que Dorrego es eso, pura identidad, con otro inmenso de cancerbero en aquel lugar, Alberto Merlo.
Esto ya lo habrán escuchado, no es original en Dorrego , pero me pareció atinado y oportuno volver sobre lo dicho, cada vez que la fiesta del pueblo comienza.
Por siempre gracias, Peña Nativista, por tu existencia y por esta fiesta que nos identifica y nos ha hecho enorgullecer como dorregueros.


#Conductor "Dorrego Despierta" de lunes a viernes de 7 a 9 por LadorregoAM1470

jueves, 26 de octubre de 2017

TAPA "Dorrego Despoierta" jueves 26-10-2017

la mitificación de la chatura dorreguera...
por Carlos Madera Murgui #


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Del éxtasis a la agonía oscilan cotidianamente nuestros días, según el lente, según la ocasión. Pero tal cual padres de familia, solo permitimos quejas desde adentro, porque de otra manera hacemos prevalecer orgullosos nuestros rasgos de identidad.  Este último tiempo, pre electoral, muy constructivo a mi entender, desde el punto de vista del análisis, ya que no somos proclives a hacerlo masivamente en otra época o período, que nada lo distanciaría al transcurrido antes de una elección. Tenemos creencias o frases hechas que hemos repetido a lo largo del tiempo basados en dolores o padecimientos, incluye adelantos, que se han ido transfiriendo por años y que damos por sentado. Tal vez estemos hablando del rasgo más distintivo de los dorregueros como comunidad. Lo cierto es que la discusión de los dirigentes y sus opiniones y planes e ideas no pasan desapercibidas,  los que ganan,  los que pierden, todos hacen su diagnóstico, y por encima de que sean apoyados por el voto o no, se traduce en preocupación y atención respetable en todos y para todos, repito más allá de una adhesión concreta. Después viene el tamiz necesario pasando por el gusto, la coincidencia o la preferencia hacia algún candidato o conjunto o partido que se ofrezca en el menú a toda la ciudadanía. Todo sirve en un contexto generalizado, como debe ser, y ojala nunca se  modifique, que todo puede mejorar, de la mano de quien sea, de aquí o de allá, de la forma que elijan, y en el momento que cuadre, según el contexto.  Todo hace presumir tiempos mejores, por la diversidad, por este clima de participación general, que alienta mirando desde la movilización propia de cualquiera, de la discusión, de ocuparnos de los temas que nos incumben, en estar al menos preocupados  por mejorar cualquier situación en la que nos encuentre  colectivamente, porque individualmente no nos ha ido tan bien a todos, valga el sentido metafórico. Al menos la información, datos, opiniones, vaticinios de estos días hacen hablar y opinar a gentes que habitualmente no sabe si llueve o el sol brilla con todo su esplendor. Es un mal de época, cierto, generacional, también, pero no es menos cierto, que todos hasta los recién llegados, se animan a opinar con total desenfado. Y es auspicioso, antes del silencio, o de los tutores de la antipolítica,  que hablan por reflejos ajenos.  No existe la neutralidad ante tensiones o conflictos de nuestra vida social y política, eso es precisamente, me parece lo que robustece la herramienta. No quiero habitar un espacio donde quedemos atrapados en el decir por decir, en el que justifiquemos lo injustificable, y repitamos conceptos donde no caben los matices, donde sobra lo categórico. Lo complejo es filtrado por el discurso,   reductores de la realidad, mecanismo que siempre juega en contra de todos, incluso del emisor.  La mitificación de la chatura dorreguera,  es la celebración de la negatividad misma, exagerar situaciones que nos impiden pensar que no somos tan distintos, ni para bien ni para mal, nos juega en contra, pero es producto de nuestra propia fuente, y nos molesta cuando viene de afuera. Usamos criterios fundados con sensación de certeza que nos hace dormir tranquilos en el desconocimiento y conformismo.  Ese horizonte tormentoso es socialmente asumido en forma categórica y en forma de historicidad, tradiciones y sentimientos, nos impide ya trasvasando generaciones encarar una tarea que se nos ha contado imposible y dudosamente deseable. Nos queda revisar seriamente que hacemos con posturas y aspectos profundamente negativos de nuestros hábitos como sociedad, que definitivamente no depende de pocas personas. Es imperioso un análisis y ocupación a fondo de eso que llamamos la sociedad dorreguense donde parece que todos somos iguales, pero que hecho conviven y existen instituciones  y organizaciones de todo tipo, como así también y nada menos que una población paralizada por el destino preestablecido de algo que no existe. No es fácil encontrar pueblo que se caracterice por el hábito de auto denostarse,  creo que solo nos encarna una variación de la decadencia que tomo posesión del imaginario pueblerino que nos invade, y que nos incluye a todos sin excepción.


# Conductor "Dorrego Despierta" de lunes a viernes de 7 a 9 por LadorregoAM1470

lunes, 23 de octubre de 2017

TAPA "Dorrego Despierta" lunes 23-10-2017

el poder democrático siempre fue político...
por Carlos Madera Murgui #


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No existe otra sensación que, de esperanza, cuando se escucha explicar que los poderes públicos los ejerce la política y sus representantes, personas con creencias, militancia, y reafirmación de su pensamiento, coincida o no con el propio. Va de esencial e ingénito que personas probas,  honestas,  de conocida moral y honorabilidad ocuparán los lugares destinados en esos poderes públicos con qué la sociedad los han honrado, precisamente observando esas condiciones,  cuando tuvieron la oportunidad en los partidos políticos,  cosa casi desusada, para hacerlos integrar listas electivas o bien cuando en elecciones generales, como ayer, optaron en lo ofrecido en la mesa del cuarto oscuro. Por lo tanto se debe partir desde que esos atributos, dejan de ser destacados para pasar a ser fundamentales e innegociables en la conformación de nuestros representantes, administradores  de nuestros aportes y primordialmente de nuestras concepciones políticas e ideológicas, o sea que se convierte en  básico y no notorio como propiedad. La participación ciudadana parece haber tenido, no sólo en la expectativa de acceder a puestos de gobierno, verdadera honra para no muchos, sino en el interés que supone la política y sus herramientas para la transformación y progreso de las sociedades organizadas,  bajo el paraguas o el fundamento del civismo, que nos permite ser testigos de un nuevo capítulo democrático. Tal vez tomado como algo natural, como tuvo que haber sido siempre, por las actuales generaciones, pero como alguien me comentó estos días,  deberíamos concurrir a los actos, por encima de nuestra preferencia política, personal,  de amistad,  para quienes asumen la responsabilidad conferida, sino para celebrar en el mejor sentido de la palabra, algo que como comentaba parece un hecho más en lo que peligrosamente y minoritariamente algunos no tabulan con la suficiente importancia. Los vaivenes del sistema , que no es el problema, no siempre satisface, no siempre conforma, lo que como cualquier método o régimen , y como debe ser, está integrado, constituido por hombres y mujeres que deberán contar con la suficiente preparación y conocimiento , para lo cual y en base a ello nos solicitaron nuestro apoyo mediante el voto, para convertirse en nuestros delegados, gestores, intermediarios y como ciudadanos hemos optado por los que nos han parecido en conjunto como sociedad, los que mejor harán la tarea. El momento , éste y todos los transcurridos necesita en el partido de Coronel Dorrego, un cambio medular en la forma de trabajar de quienes nos han prometido ese trabajo  y donde debemos inquirir,( en algo más importante que la conformación del concejo ), sobre el proyecto, entre comillas, que fue usado en campaña, y que semanticamente ayudaba a varios a sintetizar acciones que era un tanto más complicado explicar, hablo del terreno nuestro, porque del otro, varios siguen explicando sobradamente desde varios puntos. Decía Lula Da Silva, ex presidente del Brasil, hace algún tiempo, que él era el síndico de una sociedad integrada por todo el país, y que para ello necesitaba imperiosamente estar más que cerca de su pueblo, esto entendido por el ida y vuelta de preocupaciones y propuestas del corazón mismo de los habitantes. Eso nutre y guía decía Lula. Algún dirigente, de acá se mostraba indignado días atrás, explicando “ la equivocación” de la gente y otro diciendo que la política estaba devaluada, a pesar de estar el mismo en el menú. En fin……….La subestimación de lo que el pueblo piensa y determina, ha llevado a estrepitosas experiencias adversas,  en todos los ámbitos  a avezados dirigentes ;Pero pocos puestos para muy pocos, sin duda por capacidad, e importancia política, en distintas estructuras de gobiernos, representa su titularidad y eso no es para cualquiera. Otra cosa, escuchar lo del consenso , dicho como logro, aparece como elemento de normalidad o pulcritud administrativa e irrefutabilidad notarial para quienes pretendemos al Concejo como otra cosa; como lugar político por excelencia; lugar de debates , que ya con más tiempo y agenda , con porfías tampoco rescatados en campaña, pero donde parece, que no todo está bien, contrariando a lo desandado. La mayoría,  marcada por el oficialismo en el Concejo que se supone viene, más o menos, no debería ser factor para profundizar una anemia propositiva y de deliberación que la sociedad con su sufragio se encargó de castigar o premiar según corresponda. Nada, ni nadie impide a priori, a la oposición o minorías implícitas cumplir con lo prometido, menos aún a las mayorías, porque si no se puede, lo sabían antes de asumir. La política definida por Alfonsín… Raúl, significa la confrontación de ideas y el debate y la lucha por ellas, disentir no significa obstruir, todo por el contrario, es reafirmar una posición ideológica, en todo, que sintetice nuestro sentir y pensar sobre los hechos .El poder democrático desde siempre fue político, aunque equivocado, nunca administrativo. Tengan en cuenta que la esperanza de los pobladores es un aspecto, que felizmente hasta ahora no puede ser manejado por nadie y que es eternamente renovable, en este caso va para ustedes, también hay que decirlo, este recurso ha sido muchas veces usado deleznablemente, pero asimismo debemos confiar en algo, las sociedades actuales han aprendido y mucho lo que les conviene.


 # Conductor "Dorrego Despierta" de lunes a viernes de 7 a 9 por LadorregoAM1470

domingo, 22 de octubre de 2017

TAPA "Dorrego Despierta" viernes 210-10.2017

contar con lo conquistado..

por Carlos Madera Murgui #

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Nada de lo que ocurra a partir de ahora dejará de contar con lo conquistado. No es posible retroceder ni para tomar impulso, ya no. Las cosas que han ocurrido en el país en los últimos años, demostraron a una generación renovada, que algo había diferente, que estaba allí, esperando ser reflotado, ya no por una  casta intelectual de llegada acotada, sino, por fuerzas populares , de a una y en conjunto, de disimiles edades, pero fundamentalmente sabiendo qué querían, desde siempre. El valor de las convicciones, razón esencial, básica. Primero para creer y luego para difundir el fundamento de una idea. El dolor desde la alegría, algo más que el pensamiento ilustrado por lo injusto. Magnitud sobre lo perdido, lo luchado y lo frustrado. Tal vez, seguro que insuficientes, pero cuatro o cinco acciones medulares, esperadas, retrasadas, postergadas,  sin duda que persistidas, perseveradas, de conjunto, como nadie nos tenía acostumbrados, y como políticas públicas de marco vinieron a reforzar una dura empresa catequizada contra la desigualdad social, que comienzan por derechos y su cumplimiento, por oportunidades institucionalizadas que perduren, pero todo a partir del convencimiento. En un lento proceso de recuperación de los canales de representación y la legitimidad de sus actores, la política volvió a ser valorada, con los matices de siempre, con la variedad y la diversidad que no debe asustar, aunque a veces indigne, como herramienta insustituible de transformación. Venimos de un período histórico de inclusión. El corrimiento de la frontera de lo imposible, marca que una gran parte de la población crea nuevamente que el destino está en sus manos, a partir del compromiso y de la lucha de lo que sostiene como más justo. Seguir participando es la clave. La característica del hombre moderno de imitar a cuantos lo rodean, ,pensar con cabeza ajena y ser incapaz de formarse ideales propios, estar perfectamente adaptado para vivir en rebaño, reflejando rutinas y prejuicios reconocidamente útiles para la domesticidad, figuran en “El hombre mediocre” de Jose Ingenieros hace muchos años ya. Seguramente perdurarán por una simple razón de imbecilidad de ser o de sentir, pero lo que digo, que ya nada volverá a ser como fue y ni que se les ocurra pretender que retorne. Algunos la llaman experiencia, otros madurez, pensamiento crítico, otros inclusión, nivel de instrucción, otros identidad. Fuese lo que fuese, que haya ocurrido, aquí está para no irse, aunque no lo parezca ,como cognición colectiva, como conciencia de un destino común, la magnitud de una comprensión en los últimos años , de lo vivido como estructural involuntario los últimos años, nos lleva al discernimiento y el convencimiento que no sólo es diferente , sino , ni siquiera parecido.
La incursión de la variable humana en la política, donde todo lo que ocurre, nos toca de una u otra forma a todos, la igualación de derechos civiles y la ampliación de ciudadanía como tal, posicionan y refuerzan el camino elegido para ser defendido, porque como dice el dicho “ Cuando no se avanza, se retrocede”. Esto no se cambia, quien progresó lucha, al menos para no perder lo conseguido.
     

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jueves, 19 de octubre de 2017

TAPA "Dorrego Despierta" jueves 19-10-2017

Esto no se vio en 70 años, y lo creo
por Carlos Madera Murgui #

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En ocasiones extraordinarias, y solamente así, podemos lograr saber cuándo un gobernante o candidato a ello, habla de no defraudarnos, cuando precisamente está haciendo eso. La incontinencia de Carlos Menem,  y mucho después de haber dejado el poder, lo llevó a decir;  Si yo decía lo que iba a hacer,  no me votaba nadie. Una vez, puede llegar a ocurrir, se pueden sostener  varias formas de descontento, hasta lo más válido y claro sería ideológico. Más de una vez, tiene otro nombre, y la culpa no la tiene la política. Siempre, lo que ocurra, tendría que ser lo que más nos conviene, en conjunto y en particular, por lo menos a la inmensa mayoría. Con la irrupción del publicista Durán Barba en los equipos del PRO y  por ende en la política argentina, se reinauguro usar, ( la nó nuestra palabra ), llamada marketing , pero ahora también microtargeting, y que no es otra cosa que propaganda política definida ampliamente hace muchos años  , sin contar con los avances tecnológicos  por Noam Chomsky  y desde allí datos que no todos manejan.  Se crea la ilusión de que hay debate, asegurándose que lo que se discute se mantenga dentro de límites muy estrechos, que no cuestionen ninguna autoridad establecida o en disputa. Técnicas modernas de oratoria que se utilizan para construir consensos en la población, controlando el pensamiento colectivo eludiendo distinción y nitidez de ideas, en una ingeniería basada en una esencia política del ocultamiento de las verdaderas ideas, que están vedadas de ser anticipadas. Uno de los referentes económicos y actual presidente del Banco Central de la República Argentina, Adolfo Sturzeneguer, hace algún tiempo, graficó pública y temerariamente y sin desparpajo lo aconsejado por el publicista extranjero del PRO, donde la premisa fundamental se basaba en no decir nada, simplemente derivar la explicación de posiciones en formas empolvadas de vivir, hablar de los hijos,  la familia, gustos personales alejados de la política, eludiendo cualquier defensa.  Se ha visto mucho en últimos tiempos, y  reflota activamente esa derecha constitucional que con votos continuó la idea de la última dictadura,  tan bien encarnada por Menem.  Hay dos aspectos más allá de lo que signifique cada palabra a tener en cuenta. La primera es respeto, y si se observa desde una buena práctica de convivencia, todo debe ser respetado. La aceptación, como mal se entrevera la palabra ante ideas disímiles, de ninguna manera sostiene posición alguna. No se puede aceptar lo que se piensa de modo totalmente distinto, de cómo vivir, en qué país y de qué manera. Lo que queda por discutir ya no es la intendencia del partido de Dorrego en manos de Raúl Reyes o la provincia de Buenos Aires  gobernada por María Eugenia Vidal, ni la Nación por Mauricio Macri. Se presenta la oportunidad, cuasi definitiva en la existencia de algunos y es retrotraerse casi 14 años para quien ha conseguido algo en ese lapso o asegurarse algo que ya hemos vivido y que derivó en la disgregación social y económica como nunca se ha visto en el país. Resta que cada uno se pregunte mirándose el ombligo por esta situación,  ni más ni menos, solo eso. Cuál sería mi propio destino en ambos escenarios?  La mayoría de las acciones vividas y sufridas  son inequívocas y como escuche hace unas horas, no nos tendríamos que preparar para nada, solo deberíamos actuar para que no sigan sucediendo. Las heridas las conocemos, algunos la sufrieron en demasía. Las oportunidades no las trae el viento, algunos por su merecida posición social y fundamentalmente económica, no reparan ni lo harán nunca en lo que significa la dignidad en el desarrollo humano, de todos, en todos los ámbitos. Para algunos representa ganar más o menos,… para la mayoría absoluta del común, es mantener su empleo u ocupación pese a la precarización, ya no fijarse metas de progreso,  como cualquier mortal, en definitiva solo se trata de vivir como se pueda. Hace pocos días,  escuche decir a un dirigente/candidato de la UCR ( peor aún), que el fenómeno Cambiemos no tiene antecedentes en el país en los últimos 70 años,.. yo le creo sinceramente.

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