domingo, 4 de diciembre de 2011

editorial programa sábado 3

" anima a la comparación de ciertos sentires, que no sólo se deben mostrar, sino que no son concebidos con la debida pasión"









La causa militante, como fue la que motivó su existencia en el creador y fundador de esta radio, hace ya 41 años, anima a la comparación de ciertos sentires, que no sólo se deben mostrar, sino que no son concebidos con la debida pasión. Pasión por lo que tenía en mente sentía este hombre del común, atípico para la causa, si bien para la época hablar delante de un micrófono y en el contexto del pueblo, imponía algo distinto. Nada sin pasión, militar una idea, acepción no del todo entendida, enmarañada exclusivamente en lo político, pero que significa hacer masa crítica, comprometer, salir a la calle, explicarle a las gentes, consultar a otras gentes, poner el tema sobre la mesa, instalarlo como decimos ahora , hacerse cargo, porqué ?, para qué ? Eso es militar una idea, y hacerla del pueblo, interesarla, compartirla. Eso simplemente logró un hombre que no era periodista, lejos de ser empresario, locutor aficionado, esencialmente luchador. Enzo Barda luchó y logró algo que no debemos perder de vista, y que se extiende un poco más de la frecuencia, del aire mismo. Barda logró para Dorrego, algo más importante , soño y concretó lo que había imaginado, una radio abierta de AM, como tenían las ciudades, una radio como la que muchos aún no tienen. Una radio que fuera del pueblo……, el sentido de pertenencia en este hombre, que no era un erudito en lo que lo ocupaba, movilizó en él, la utopía de los grandes. Solo con el convencimiento que Dorrego y él podían, se lanzó al océano en un barquito de papel. Han sido 41 años no fáciles, quiénes han pasado por aquí lo saben, también saben que ocuparse de esto no es igual a nada. En los umbrales de una nueva etapa democrática en la historia de nuestro país y por ende de nuestro pueblo, siempre estaremos coincidiendo en lo que es un aniversario de la radio, con el ingreso cada 2 años de vecinos elegidos para distintos cargos en los gobiernos de cuya existencia nos ha tocado con menor o mayor ocupación contarles esa realidad a todos nuestros oyentes. También pasamos por la época que hasta la música la ponían otros, pero siempre estuvimos, mejor o peor , pero siempre estuvimos. Hablamos de pasión , de convencimiento, de substancia, de coraje, de pujanza , similitudes requeridas para los acontecimientos que coinciden. Aniversario de una ilusión , convertida en realidad y comienzo de una nueva esperanza depositada por todos en un puñado de mujeres y hombres que elegimos, que nos representarán seguramente en un nuevo tiempo renovado por lo esperado, por lo necesario, por lo utópico, por lo difícil. Seguramente no reclamaremos capacidad eximia, no pretenderemos de nuestros pares concreciones rayanas al mesianismo dogmatico, solo vigilaremos para que la pasión y la voluntad sean parte de lo que tal vez nos está haciendo falta. Deberíamos creer un poco más en lo irrealizable y avanzar sobre lo que no se puede. Los diagnósticos de muchos habitantes, como todos, algunos con más información y experiencia que otros que han pasado por aquí, concuerdan en un todo sobre que necesitamos, sobre dialogar, sobresalir de un pueblo acostumbrado, resignado, conforme , pero a su vez contradictorio, reclamante, con bases fuertes, pero con autolimitaciones de movimiento ,que sólo quedan en quejas y que precisamente pareciera que esa es la constante en un conformismo desesperante para quienes necesariamente no miran el paisaje con los mismos ojos. No todos tienen las mismas oportunidades de cambiar las cosas, pero también no todos están convencidos no sólo que se debe , sino que se puede. Desde allí debería partir necesariamente la síntesis de lo que todos ansiamos para nuestro pueblo. Tampoco nos engañemos que todo sea solo deseo y ganas, pero ameritaría algo más de pasión y ensueño , los desafíos son similares a los inicios de la radio. Creemos haber logrado identificar LU26 y LaDorrego 1470 con el pueblo, que bueno sería , que en este caso, no solo un hombre , sino varios junto a otras tantas mujeres, edifiquen la mística para que todos tiremos para el mismo lado. Eso sí, hay que demostrarlo como lo hizo Barda alguna vez.

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