Que es lo que se espera de lo oposición ? nosotros aquí, casi aldeanos del gran país, o tratamos de entender las cosas por las nuestras, adonde le llegue a cada uno ó bien escuchamos un variado mosaico de opiniones, que no por foráneas , principalmente porteñas, nos diluciden ciertas trastiendas que apuntan medularmente a construir un escenario puramente electoral, puramente electivo, desprovisto de lo que hace a la realidad efectiva y que por otra parte se convierte en frio dato de la realidad, pese a quien le pese. Claro que hablo de elecciones, y es precisamente en la elección no de los hombres sino de lo que representan , de lo proponen, o de lo que protagonizan está marcada la diferencia. Ya no hay más votos porque sí, ya no existen las afinadas guitarras que armaban atildados mensajes que ni ellos mismos creían. La sociedad argentina ya no compra más buzones y lo ha demostrado primariamente en la oportunidad del 14 de agosto pasado. No está escrito que ocurra lo mismo en el próximo octubre , pero la sociedad votante dijo quién sí y quién no. Para comprender ciertas situaciones nacionales, hay que sacar algunas conclusiones con comprobaciones personales, que obviamente no siempre ocurre. No todo el mundo puede tomar contacto con gentes del común de otros lares, hasta me animo a decir son los menos. Pero precisamente es allí donde tienen alguna explicación varios aspectos del comportamiento cívico de una sociedad cada vez más informada, cada vez más despojada de conductas estructuradas y sí más cerca de lo compatible con su pensamiento y conveniencia. Algunos esperamos muchos años para ver cierta substancia con coraje, aquella mística que hace varias décadas pretendía cambiar las cosas consiguiendo el poder, pero que sin duda, los métodos cambiaron, aunque nada fue en vano. Lo que sí cambió fue la hipocresía de años y años de gobiernos entreguistas, pusilánimes, bajo la pata del poder económico y hasta antidemocráticos con partidos proscriptos. Los que nos llega, no siempre es una buena herramienta para aprender a discernir sobre lo que nos cuenta una persona, o tal medio de comunicación . Lo que sí nos puede ayudar a tener una dimensión real, más allá de lo que puede reflejar en nuestro propio terruño, siempre probeta exclusiva de singulares comportamientos , es nuestra propia tabulación de hechos que han transformado hasta la manera de informarnos, más aún con la caída de paradigmas hasta generacionales ,que han cambiado esencialmente la forma de ver e interpretar los hechos diarios . El fuera de foco de la argentina, en el 2001, el corrimiento del eje inercial, que evidentemente toco fondo por aquellos días no parece haber sido inútil. Todo tiene otro medio de analizarse, entonces a partir de ciertos parámetros no de resultados electorales, sí de entendimiento ideológico y comprensión con ideas inclusivas, se puede llegar a entender lo que ocurre con la oposición. No se ponen de acuerdo, como pretenden quienes quieren ganar elecciones. No veo porque tienen que ponerse de acuerdo si piensan cosas distintas para gobernar. Lo que sí no dan pié con bola es en el armado de algo que interese como propuesta de progreso para la ciudadanía , a partir de aspectos individuales y como país en un marco global, en acciones que ya no alcanzan con el solo hecho de oponerse como aspecto puntual de pertenecer a otro partido. El principal déficit, acá también , radica en la no construcción de argumentos valederos, concretos , con ideas competitivas a las acciones de gobierno que se conviertan en superadoras a partir del convencimiento de los ciudadanos, que se ven altamente subestimados, o personalmente le agregaría estafados luego de un rimbombante resultado de 2009 que lo único que hizo fue sumergir en el ostracismo, en algún caso en forma definitiva a dirigentes que seguramente no pensaron cómo harían todo lo prometido. Esa falta de discusión pólitica, que hace a todo, no confundir con lo partidario, también invade en lo que a nosotros compete localmente. El solo hecho de aparecer propuestas sobre un mismo tema , no significa el debate que necesitamos , el que construye con un poco de cada lado, el que ayuda al que gana, pero que también fecunda y apuntala al que pierde, al que va a tener que decir algo más adelante. Con ciertas tranquilidades y la falta de discusiones atinentes a un futuro que decimos mucho nos preocupa, no sumaremos en pos de acercarnos al idioma que llama las cosas por su nombre y dice lo que dice, cuando realmente todos necesitamos que se digan.
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