viernes, 3 de octubre de 2014

Editorial "quien quiera oir que oiga" miercoles 1 - LADORREGO AM1470

                                                                POLITIZAR ?
    por                                         
                                                               Carlos Madera Murgui
                                              
                                                               El control del pensamiento siempre existe en todos los poderes, mediante la construccion de un consenso forzado, una paciente pero ininterrumpida elaboraciòn de la hegemonia. Difundiendo datos y hechos que pueden ser interpretados siempre en un mismo sentido, el que favorece a sus propios intereses. Es la forma especifica que se utiliza para que los intereses particulares de un sector determinado, siempre el mismo , aparezcan como intereses generales de una comunidad. Tecnicas de propaganda son indispensables para lograr un consenso colectivo, publicitando lo que impacta y no necesariamente lo que mas interesa. El filtro de la dependencia publicitaria referencia la fuerte subordinación a determinadas fuentes que proveen las noticias. Se crea la ilusiòn que hay debate, asegurandose que lo que se discute se mantenga dentro de los limites muy estrechos que no cuestionen la autoridad establecida. Hay momentos que no se bien, si no se explicar una idea, si la idea no quiere ser interpretada o directamente mediante un preconcepto alguien no quiere ni siquiera comenzar a analizar estas posibilidades. Cuando hay interpretaciones disìmiles sobre un mismo hecho, lo que cambia no es el hecho. Por lo tanto cuando una situación concreta nos parece buena o mala de acuerdo a nuestra visiòn , el hecho concreto no cambia. Dicho esto, me parece que la versiòn cotidiana sobre la realidad no se aproxima a los hechos, porque ni aun estando en las antípodas de una información, alguien puede tergiversar una noticia que no responda a la realidad, porque el mismo hecho desmiente, tarde o temprano. Los muchos dicen algo, pero si los pocos prestan atención, tal vez valga la pena llamar las cosas por su nombre y reforzar nuestra posición. El problema comienza con la distorsión. La desinformaciòn en terminos generales reina por estos dias y no hablo solo de cronicas politicas, aunque todas lo son y todas se redactan y dicen bajo un patron ideologico determinado, sino de la noticia general sobre variados topicos que apuntan hacia una desesperanza que tampoco se sabe como revertirian. Hace pocos dias escuche estensa opinión sobre la ley de los derechos del niño, donde el entrevistador azorado pedia que el tema no se politizara (sic). Estaban hablando de una ley ingresada al parlamento, producto de politicas publicas en la materia donde precisamente la politica juega un rol trascendente , de lo contrario no habria existido la iniciativa , que viene acumulando importantes concreciones y cambios en el tratamiento de tan espinoso asunto estancado hace muchos años y acompañando los innumerables cambios operados en la sociedad toda. Se me ocurre falta de comprensión de los resortes constitucionales con que cuenta la Republica Argentina y precisamente de los instrumentos que perduren como una ley y no en la voluntad de personas seguramente bien intencionadas  , representantes circunstanciales del Estado, que las soluciones a esquemas familiares y comportamientos humanos muy alterados, condenables pero reales, estara asentada una solucion, indudablemente muy lenta, multifactorial , que esperemos se atenue alguna vez. Somos todos iguales, algunos con mas suerte, o llamèmosle oportunidad , son mas iguales que otros. Ante la ley somos todos iguales, ante la vida parece que no , desde que la humanidad es humanidad. Eso falta comprender, cuando la opinión , no es que sea ligera en todo sentido, sino que algo apresurada. Por si no lo mencione ,estoy hablando del orden local.                                                

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