...es necesario tener valor social y político....
por Carlos Madera Murgui #
La sociedad, ese mal necesario,
aguas peligrosas en la que todos los individuos deben sumergirse casi obligados
para realizar sus fines, es el espacio en el que deberán mostrar su valor para
sí mismos y para los demás. Este pensamiento liberal desnuda contradicciones. Para el liberalismo lo social es el mercado,
donde los individuos se auto valoran según sus éxitos, pero también según como
los otros reconocen sus méritos. El pensar lo social como mercado es el modo de
cosificar la concepción de la sociedad. Lo social produce temor, los demás
producen miedo. El liberalismo siempre ha pensado la política como mecanismo
para organizar seguridad en sus incursiones en la sociedad. Se piensa la
política a partir de la vigilancia, la protección y el castigo. Encuentran en
el Estado el padre imaginado, protector y guardián que por la vía de la
autoridad castiga a los hermanos envidiosos. La pureza de la naturaleza humana
pasa por lo individual y la imperfección y la maldad anida en la masa. El
neoliberalismo es una mentalidad que tiene miedo de la libertad de los otros,
no existe una aceptación ni un deseo directo de ello. El hecho que tenga
limitaciones, limitaciones que supimos fabricar, no significa que hayamos
dejado de experimentar su predominio. Solo esta agazapado esperando que sus
lacayos puedan conseguir mediante lo que detestan, “ puestos menores “ como les gusta decir, sino más bien el
planteamiento conflictivo especifico a la desigualdad. El lugar de la
representación y la legislación siempre fue reconocido por un conocimiento de
derechos políticos de asociación, participación, información y voto. También
permiten la práctica política fuera del Estado, en la organización de la
sociedad civil. Un conjunto organizado de intereses y acciones por fuera de lo
estatal, inter actúa políticamente en algunos casos como control y presión
frente a los gobiernos. La ciudadanía en términos de derechos es ampliable y
reducible cuando comprende que la política es una cuestión de iniciativa y de
relaciones de poder, y no la practican con exclusividad los sujetos que
gobiernan sino también los gobernados. Se descuenta entonces, que para aparecer
en la superficie de las determinaciones, debemos ser materia atractiva en lo
que somos, lo que hacemos o lo que ofertamos, incluso en las interacciones
afectivas y culturales de las personas que formamos una sociedad. El consumo,
es evidente, nos forma y socializa, por ende de allí la consecuencia de la
representación preferentemente en la sociedad civil. Una parte de ella dirigida
a la política estatal es una composición de particularismos organizados sin desligarse
de sus referentes o más bien a partir de ellos. Para hacer política estatal,
sin embargo no basta con tener dinero, disponer recursos, también es necesario
tener valor social y político, lo cual se logra a través del reconocimiento integral
del sujeto de tasación diaria y en comunidades como las nuestra, aunque la política
en su conjunto practicada, la estatal y la civil nos apunte hacia un nivel de
inserción donde la mayoría de la gente ya no considera como iguales a otras
personas.
# Conductor "Dorrego Despierta" de lunes a viernes de 7 a 9 por LadorregoAM1470
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