Cuando los temas de la sociedad, de los que habla mayoritariamente digo, pasan recurrentemente cada dos años alentados por sectores interesados en la defenestración de la política, como arma más importante para desbaratar acciones cívicas y democráticas de masas, no se puede , ni se debe, dejar pasar avances hacia la nada. Criterios sin fundamento, ni éticos, ni políticamente incorrectos, ni siquiera para considerar, influyen notoriamente en un porcentaje para nada mínimo de la población, y que nuclea a comunicadores, periodistas, encuestadores, y más allá de todo esto, y mucho más preocupante a electores; que mutan irresponsablemente ,ya no como recordara Pino Solanas tiempo atrás, sobre la categoría del voto, sino gentes de educación media y sin indigencia como ansía el líder de Proyecto Sur. El nuevo fenómeno de la improvisación y la banalización , sin agregarle la palabra política porque no lo es, encarnado en la figura del actor cómico Miguel Del Sel en Santa Fé, disputando con serias posibilidades la gobernación de esa provincia, alerta una vez más sobre estos engendros. Aún cuanto más se elevaba el debate entre el resto de los candidatos y el contrapunto de propuestas y discusión política; más creció la figura del Midachi, que coroló su portento situal afirmando que lo que la gente veía con sumo agrado era ( textual) “ que un vago como yo, pueda ser gobernador de una provincia”. Como hecho analítico supera todo intento, como desprecio de lo que lo ocupaba, demostró en el debate televisivo una prolongación de sus actuaciones cómicas, que seguramente de acuerdo a sus seguidores, adquiere dimensiones artísticas de fuste.
Pero no todo es así, en la consideración de uno de los más conocidos encuestadores y en declaraciones en un programa especializado, hizo mención al fenómeno Del Sel, como ícono de una nueva genealogía de votantes, que no miran en la tv el espacio en el cuál estaba hablando, sino seguramente alguno de entretenimientos de mucho rating, desdeñando militancia, interés , y hasta respeto hacia un sistema y sus actores, que como en cualquier actividad no todos son excelsos, pero tampoco todos ineptos y forajidos. También poder escuchar y ver en un spot televisivo a un candidato a presidente de la nación, arengando a un voto no dirigido a los políticos, como si el mismo estuviera hablando como alguien ajeno a ello. También mensajes místicos,o apoyos extras de todo tipo de insustancialidades-Hay situaciones que realmente son incomprensibles, de todas formas, y reconociendo que nadie está impedido de antemano si no es por ley ,para representar al resto, está en la responsabilidad de todos, jerarquizar nuestras elecciones de gobernantes , observando al menos en esos escogimientos la mínima condición, para la cuál se nos solicita nuestra opinión. Los derechos de todos son iguales, tanto para elegir, como para ser elegido, la constitución nacional nos ampara, ponderemos esas facultades reflexionando seriamente sobre lo que mencionamos cotidianamente sin darnos cuenta que es;” elegir a quienes regirán el destino del distrito, provincia o nación en los próximos cuatro años “.POSDATA; este comentario no pierde de vista ni lo legal ni lo soberano de las elecciones de los ciudadanos votantes, solo expresa la presencia del fenómeno , que no por mutante, ni efímero deja de ser un hecho de la realidad.
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