sábado, 3 de noviembre de 2012

EDITORIAL PROGRAMA SABADO 3-11

" Valen pero

   con la historia
   
   completa"


Hoy las gentes que viven en las ciudades están mas unificadas no solo en el modo de vivir, sino también en su comportamiento. Hay un interés general, somos semejantes, nadie es inferior ni por su color, o su sexo. En la Argentina esa fenomenología juega un papel particular por estos días. Ciertos procedimientos políticos- dirigenciales-comunicacionales  parcialización, fragmentan y por allì pasa la cosa. No tenemos, algunos con mas información que otros, sustento histórico sobre posiciones que no son nuevas, por el contrario, han permanecido invisibilizadas por la propia historia, contada como contada, donde para algunos lo que hoy sucede, nunca ocurrió. Y por supuesto que tienen toda la razón. Los avances de libertad en la diversidad de los derechos, asombra, molesta, rebate. Ya nadie esta distraído en este país. La información merece porfía y además argumentación. Quien distorsiona o priva la realidad, ese conspira contra el derecho a la información, y nada tiene que ver la construida victimización que no se puede pensar distinto. Si aca no se puede pensar distinto y además declamarlo ante quien sea y en contra de quien sea, yo soy Felipe el hermoso. Estamos viviendo un gran momento de civilización y ciudadanía, derechos peleados a fuerza de convencimiento de lo que podemos reclamar. Claro, que algunos sectores siguen sosteniendo que una franja importante de la sociedad està acostumbrada a sufrir y por generaciones lo han hecho y no han tenido la voluntad de cambiar, porque para ellos, por allí pasa. Existen ciudadanos que otra cosa no pueden esperar, ni de su presente y menos del futuro, siempre fue asì sostienen. La crisis tan ensalzada se trata, ni mas ni menos del conflicto por la distribución de la riqueza. El desarrollo económico no lleva necesariamente al desarrollo ciudadano integral, se reclama que haya la menor regulación posible. Volviendo a la distorsión de los hechos, no como análisis, en ese campo cada uno piensa como quiere, sino en datos de la realidad pura. No se puede desde puestos de relevancia, incluso de protagonismo, vender falsa información para justificar posiciones irrelevantes sostenidas por décadas, que nada ni nunca tuvieron que ver con el mejor pasar de las mayorías. Principalmente en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, donde la gran prensa, solo se ocupa si puede cosechar algún hecho prominente, nunca riguroso, que provoque intranquilidad en un destinatario no del todo informado, sin detalles sòlidos que hagan al norte perseguido por medidas o leyes criticadas y comunicadas de la peor forma, apuntalados por legisladores que suponen el interior bonaerense como el medio oeste norteamericano, donde les parece que las preocupaciones, decisiones, y destinos de vida estarían esperando la clarividencia de gente que frecuenta la ciudad de La Plata, eso sì no todas las veces que deberían. La torpedeada Ley de hábitat, mucho, muchísimo mas alla de las opiniones, preocupa y mucho por el avance en las intenciones de gentes de contar alguna vez con una vivienda propia, y para mas datos, mezclados con otros propietarios que han sabido ganarse ese derecho…. Vivir como la gente.  Ironias aparte, el fondo de la cuestión encara de firme un problema gravísimo como se presenta la disponibilidad de tierra para construcción de viviendas. El empeoramiento progresivo de la situación habitacional y las posibilidades de su acceso de familias no atendidas debidamente por el Estado, imponen instrumentos de diagnostico y orientación que no se vislumbran en este momento. La dimensión inmobiliaria de las ciudades por sobre lo social, implica posibilidades muy acotadas en un mercado de suelos siempre con los mismos actores, quienes están en el negocio, para nada reprochable, ni fuera de la ley, solo se trata de una cuestión de oportunidad. Se trata de quienes buscan su lugar en el mundo, no es un negocio. Tierras en el libre juego de la oferta y la demanda, se esfuman de cualquier posibilidad estatal en materia de planificar o ejecutar una solución a la falta de viviendas. La actividad constructiva ha representado siempre un indicador de desarrollo; se menciona el crecimiento aunque no se analiza el destinatario.  Polìticas de vivienda, insistimos en saber, carencias, ofertas, posibilidades, control y políticas de alquileres, aparecen como herramientas para contrarrestar cotizaciones a veces especulativas, que traen aparejados fenómenos de desplazamientos de población de menores recursos. El Estado debe actuar antes que ello suceda, que se dispare la valorización de la tierra, y todo se vuelva mas complejo en términos económicos y de decisión política. Por aquí, tenemos previsiones en esa materia, terrenos de propiedad municipal , aunque la inactividad oficial en esa materia, al menos no es comunicada, no nos hace sospechar buenas noticias, un anuncio de no hace mucho tiempo sobre la adquisición de terrenos por parte de un gremio alienta al respecto. Algùn intento en soledad como la iniciativa en el registro de vacancia hace poco sancionado por el Concejo Deliberante y no mucho mas. Mientras no se trate de proteger a quien necesita una vivienda, mediante precisas normas, lo que podría pensarse como una situación inmobiliaria floreciente por el valor creciente de edificaciones y terrenos, opaca los efectos sociales y hasta urbanísticos de tal valorización.  Asentamientos indiscriminados, expropiaciones, atentados contra la propiedad privada. Eso se escucha, no debería de boca de quien sale. La tarea es informarse y no dejarse mentir en pos de una opinión. Las opiniones y las posiciones ideologicas, comerciales, interesadas, todas valen, eso sì conciudadanos, valen pero con la historia completa.



1 comentario:

  1. Teléfono para la ansiedad por desinformar que tiene Moirano.
    Yo no entiendo a la legisladora. En vez de aprovechar el "espacio cedido a los partidos políticos" que posee para mostrar su inteligencia y su grado de compromiso ciudadano, se empeña en malversar la realidad.

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