jueves, 28 de abril de 2016

EDITORIAL "DORREGO DESPIERTA"

"gobernantes que aseguran que nada ha cambiado"

por Carlos Madera Murgui  (=)

Resultado de imagen para 1 de mayo dia del trabajador

Cuando quienes son gobernados no tabulan en consonancia sobre sus conveniencias, ocurre lo que llamamos distracción, adormecimiento o sencillamente desinterés por su propio beneficio. A nadie se le puede ocurrir que un despedido, no se dé cuenta de su situación y además no la sufra en consecuencia. Pero me refiero a toda una sociedad ( el que mira, el que escucha, el que opina), fuera del alcance de la ola que asiste entre atónito en el mejor de los casos e indiferente en el peor, al mayor cisma de la conservación o generación de empleo de la época contemporánea. Los medios que generan la información nacional, y el resto de los protagonistas que la repite, se centran en una frenética  pelea sobre denuncias de antes y de ahora, sobre el que se la llevó o el que se la está llevando, mientras que la realidad mina permanentemente día x día, situaciones, esperanzas y proyectos de miles de personas que no hacen ni harán otra cosa que denodados esfuerzos, trabajando para en la mayoría de los casos mantenerse en el mismo lugar de lucharla y lucharla. De una vez por todas hay que hacerse hincha de lo que a uno le pasa, luchar por eso, identificándose con el resto y darse cuenta a que equipo pertenece. Lo hemos hablado más de una vez, un individuo de clase media y está comprobado por la socio-psicología, pretende pertenecer un escalón más arriba en su poder adquisitivo, poder adquisitivo mal llamado clase social, aborreciendo a quienes pretenden progresar en todo sentido en el transcurrir de sus días, convirtiendosé en lo que no es, negando de donde viene. La clave sería y no tan confusa,  permitir que más gente consiga lo que nosotros mismos perseguimos. No es tan complicado, no se trata de ninguna grieta, unos queremos una cosa y otros otra totalmente distinta y no veo la obligación de compatibilizarlas a la hora de elegir, opinar o simplemente vivir. Un nuevo 1 de mayo se aproxima, no se puede otra cosa que coincidir con quienes afirman que no existe nada para festejar,  tampoco soportar gobernantes que aseguran que nada ha cambiado, no solo eso, sino hacerle creer al despedido que no es cierto, de paso este año ni jornada no laborable vamos a tener, casi como presagiando un marco totalmente adverso para el día y el momento de los trabajadores. Dirigentes sindicales aturdidos y complacidos entre luces y operaciones mediáticas, las mismas que encarcelan o exculpan políticos, deportistas, gobernantes, artistas, y hasta los involucrados en hechos cotidianos que tengan lugar, primordialmente en la televisión, no vislumbran esas mismas intenciones y energías en la lucha por sus representados que obligatoriamente y como ocurrirá sin dudas,  se llevara a cabo en las calles, las mismas donde sufre, lucha y conquistan cosas las clases populares argentinas , escenario donde desconoce, no le pertenece y aborrece el actual gobierno. Las decisiones de un gobierno, cualquiera que sea, repercute en forma inmediata y por lapso indeterminado en el porvenir,  especialmente de un trabajador. Recomponer históricos avances puede costar mucho tiempo, esto último el tiempo, no es factor propiciante, para el devenir de gentes que no llega a fin de mes y que cuenta los días , ya no los años, uno por uno, en el pensamiento de individuos que ansían formar una familia, educar sus hijos, y edificar una prosperidad que los sitúe en una vida una poco más previsible. Tampoco se salvan quienes ya han dejado de trabajar, los ajustes neoliberales no respetan sectores, o mejor expresado sí lo hacen, solo que van por los más endebles, aquellos que no representan ni tienen un poder económico, que sobrepasa los standar de incumbencia para sí servirse en pos de una mejora, desarticular con despojos en transferencia de recursos hacia otras esferas  profundizando situaciones ya vividas, y apuntaladas por las víctimas con su apoyo, en algo comparable al síndrome de Estocolmo. Faltan aún algunas horas, pero no se ocurre desearnos felicidad en tan preocupante día, éste y todos los inmediatos sucesivos. Al menos me animo a pedirles algo: más allá de lo que veamos, o escuchemos a diario, concentrémonos en lo nuestro, en lo que nos roza, en lo que nos choca, en lo que podemos incidir y luchar y en lo que nos cambia la vida. No es mezquindad, tampoco pido que abandonen convicciones, no nos dejemos arrear como rebaño, la misma información que nos torpedea,   usemoslá  como una arma que nadie nos provee, nos es tan difícil. Algunos la llaman de otra forma, yo conozco esa posibilidad como dignidad.

(=) Conductor "Dorrego Despierta" de lunes a viernes de 7 a 9 por LaDorregoAM1470

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