rompemos
por Carlos Madera Murgui #
De los creadores de “La pobreza es culpa de los pobres”, llega “El desempleo es culpa de los desocupados”. No hay “fin” para esta película, que encima tiene actores y libretos conocidos, que siempre termina mal y que, para colmo, parece –a juzgar por los últimos comicios- un éxito de taquilla.
Entendieron ? El problema son los juicios
laborales. Debe ser por eso que hay empresas que niegan la organización
sindical entre sus empleados. Debe ser por eso que el Ministerio de Trabajo
rechaza sistemáticamente las demandas de los expulsados de sus puestos, niega
conciliaciones obligatorias –salvo a sindicatos afines- y entiende al que
despide. Debe ser por eso que descuentan los días de huelga. Debe ser por eso
que cae el consumo. Porque los trabajadores, de tan dedicados a recorrer las
oficinas de los abogados mafiosos, dejan de comprar leche y carne. No es que no
tengan un mango, es que se distraen, che.
Entendieron ? El problema son los juicios laborales.
Por eso se inició juicio político a jueces que avalaron una paritaria a
contramano de los deseos de la Casa Rosada. Por eso se intentó quitar la
personería a los Metrodelegados. Hoy se compensa ese fallido propósito mandando
gendarmes a Córdoba a disciplinar a los díscolos, a vigilar a los que se
atreven a enfrentar la burocracia. O no necesitan mandarlos , van solos, a
reprimir en la 9 de julio. Por eso las autoridades se ríen cuando alguien
golpea las puertas de sus despachos para decir que no se pagan aportes, no se
pagan los descuentos por obra social, no se cumplen los convenios.
Entendieron ? El problema son los juicios
laborales. Como el trabajo nos lo regalan, como el que tiene el dinero y las
herramientas de la producción es el “puto amo”, como dice Guardiola, no queda más que obedecer como esclavos.
Muchas gracias por tirarnos unos pesitos. Se pasan de generosos. Son demasiado
buenos. Y serían más buenos todavía si no hubiera tantos que pusieran palos en
la rueda, al argumento vil de bajezas tales como “la ley” y “la Constitución”.
Entendieron los mandamientos de esta nueva religión? No demandarás, te
preocuparás sólo por tú mismo, amarás a tu jefe por sobre todas la cosas, no
desearás el bienestar del prójimo. El que ose enfrentar ese poder divino,
recibirá las siete plagas: represión, persecución, cárcel, ajuste,
flexibilización, precarización y despido. Y, que quede claro, será su culpa.
Rompemos
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