Editorial programa sábado 7

" NO CREEN POR RAZONES IDEOLÓGICAS Y FILOSÓFICAS EN LAS DERIVES DE LAS MENGUAS Y CARESTÍAS DE LAS GENTES"

La singular visión sobre la duración de este programa, en una oferta cada vez más atildada y variada en La Dorrego no está centrada primordialmente en la creencia de sus contenidos, sino todo lo contrario, solo existe un fundamento de máxima expectativa sobre la indiferencia que puede suscitar entre quienes sabemos pueden ser auscultas con agudeza de lo que se trata. La modesta entrega semanal de este unitario nos lleva a no tener urgencias en cuanto al tratamiento de informaciones y hechos, no contabilizamos ni horas ni programas emitidos, tampoco es nuestra intención ir en busca del título preeminente, pero si alertamos en la simpleza con que sabemos abordar ciertos temas, todos sin excepción, nosotros también , y nos hace reflexionar a la hora de llegar con opiniones, algunas coincidentes, otras totalmente opuestas, pero como le decía siempre esperando alejarnos de la inercia, que supone el desinterés de siquiera eso, incuria, apatía. Hablamos desde aquí , escribimos desde varios medios para llegar a ese buscado oyente o lector sobre sensaciones, percepciones y discernimientos que creemos conocer, para solo hablar de lo que nos parece que conocemos, pero que peligrosamente para la opinión, no hemos vivido. Una cosa pasa por conocerla y otra por vivirla, protagonizarla. Afirmamos sobre diversas situaciones saber que siente un desocupado, un marginado , lo que padece, advierte o percibe alguien sin oportunidades por años. Viene esta introspección , a que, en lo que resta del año, o al menos hasta que llegue el momento de votar, deberemos escuchar diariamente a personas, muchas , autorizadas seguramente, informadas, estudiosas de problemáticas de la sociedad; con diagnósticos claros, concisos, sobre cómo abordar ciertos padeceres de compatriotas, que no son nuevos, pero que consecuentemente anidan en discursos, válidos, sin duda válidos, pero con un aditamento extra. Siempre las verdades son verdades, así tendría que funcionar, pero es evidente que le agregamos , y en oportunidades no se puede separar ,de que boca efluyen.

Razones  ? sencillas y rápidas. Porque han protagonizado otro momento de la historia donde sincrónicamente el problema para el cuál dicen tener la receta han colaborado fervientemente a agravar, lejos de atenuar lo recibido y otro muy básico, no en todos los casos  , pero sí en la mayoría , desconocen y no creen por razones netamente ideológicas y filosóficas en las derives de las menguas y carestías de las gentes que hoy dicen les preocupan. Enormes franjas de consuetudinarios excluidos , han experimentado, junto a muchísimas personas que habían visto su estado de bienestar diezmado en la inocultable herida del principio de los 2000, un cambio, o al  menos medidas medulares, básicas, de mucha gravitación en la diaria, en esa que se pelea de a poco. Tranquilidad o previsibilidad para mirar con optimismo algo que sigue siendo duro, lejos claro del ideal, ese mismo que se declama con todo derecho, pero muchas veces, en no digo desconocido, pero sí irresponsable análisis de una realidad que todos ansiamos, pero que no sabemos explicar cómo, desde una posición mucho más que cómoda. Estas afirmaciones de las soluciones incontrovertibles, colisionan irremediablemente con lo verosímil y factible cargadas de un barrunto que no condice con sus quejas habituales de confrontación, que ellos mismos encarnan y que en las más de las veces cargan con la responsabilidad de haber sido elegidos dentro de un sistema que para nada se encargan de cuidar como corresponde. Es el mismo sistema que también cobija con el paraguas democrático y constitucional de peticionar y hacer oír libremente sus ideas a distintas organizaciones de toda índole, con el mismo derecho de luchar y pelear por mejoras en sus actividades, empresariales,  laborales  , sociales o lo que se imaginen. Aunque aparezca reiterativo, volvemos a mencionarlo, no olvidemos cuidar el estado de derecho, el cuál impone también   , algunas reglas a respetar.

Porque no tengan dudas, como dijo mi amigo Martín; No es para mal de ninguno, sino para bien de todos.