domingo, 1 de mayo de 2011

Raíces intelectuales e ideológicas vituperadas



Lo escuchado en los últimos días en el país y también a nivel de nuestro trabajo como medio de comunicación, no aporta claridad a lo tan meneado, pero nunca tan mal conceptuado. Se habla de época para la política, la vieja y la nueva; se habla que la política está mal vista, todos se creen distintos. Pero posiblemente en esto último debe estar la clave. Porque a todas luces en todo caso, quienes la interpretan y quienes la protagonizan se llaman políticos , y los hay muy buenos, buenos, malos y pésimos ,como en muchas actividades. Pero lo llamativo es que el malo siempre aparece en la otra caja , no en la propia, en las antípodas políticas, esto hasta que se les ocurra juntarse con quien odiaban hasta hace pocas horas, cosa para nada imposible, pero sí tomando en cuenta lo que caracteriza al discurso de quien está en el ruedo. Raíces intelectuales e ideológicas vituperadas , ya no en forma personal, sino partidaria, ya que lo hacen en nombre de agrupaciones políticas, colman el asombro y la indignación en una rara mezcla de oportunismo y desesperación enmarcada en una pobreza de ideas que no solo no se conocen, sino que están lejos de coincidir en lo que alguna vez se llamo acuerdos programáticos y en las primeras alianzas o coaliciones que parió nuestro nunca fácil de descifrar y entender espectro político nacional. Existen ideas disímiles, muy desacordes, es cierto, congregadas en partidos donde hasta los especialistas se les hace muy difícil explicar , derivando en largas peroraciones que nunca dilucidan llanos ideológicos, pero que nadie se atreve a discutir con una chapa similar, al movimiento, como les gusta rotular a los más avezados y que por otra parte a lo largo de la historia han sido elegidos, han estado cerca , cuando no proscriptos. La historia reciente marca que los gobiernos han sido conformados al menos en su oferta preelectoral o en sus plataformas con socios afines o no; luego se verían los resultados eso sí, porque en la Argentina nadie suma por sí, ya sea por desmembramientos de los más grandes, o porque los más chicos necesitan , según sus dirigentes asociarse con quien tenga chances concretas. Cosa triste para un militante, pero esta es la realidad. Este panorama, hoy por hoy, lleva sin duda y para no ser tremendista y hablar de traiciones ideológicas , a misturas vergonzantes que arrasan inclusive y no es poco con tradiciones dirigenciales de toda una vida y que parecen haberse olvidado , pero que sí, declaman cada instante en encendidas arengas reavivando llamas que seguramente se apagarían al instante de conocer lo escuchado.
Pero todo esto, ocurre a nivel dirigencial, que de vez en cuando se acuerda de tabular necesidades o realidades que hacen al grueso, al conjunto, al pueblo como a muchos les da trabajo rotular a los habitantes. En ese contexto, quienes escuchan sopezan la importancia de quienes lo tienen todos los días en la mira, o al menos en su verba. Saben, en buenahora, y gracias al tiempo que nos toca vivir, discernir sobre palabras y significados de expresiones de personajes que torpedean con palabras como populismo ( aquel de Artigas, el coronel Manuel Dorrego, Irigoyen o Perón) , como si se pudiera cambiar en una visión modernista un sentido bien apuntado hacia la inclusión ,en lo mejor que le puede ocurrir a más cantidad de personas, que ven con histórica ilusión que alguien se ocupe en el mejor sentido de la palabra de ellos. Las maneras de gobernar para pocos,( sectores, esferas, fracciones), ha dejado demasiadas heridas, me parece, a lo largo de un extenso país, que siempre pensó desde su capital, con sus elitimos desde la colonia , donde existió gente entre ellos quién dio el nombre a nuestro partido y ciudad, y muchísimos otros que porfiaron estados de bienestar para todos a lo largo de los tiempos en la historia de nuestra nación, que eso sí se convierte en ideología, en ponderaciones, en creencias y que no se podría compartir, al menos así lo conceptúa este cronista , con gentes directrices que han pensado y no solo eso, lo han profesado en toda su trayectoria totalmente desemejante a líderes medulares de esos partidos a los que dicen hoy representar en lo más genuino.
Existe algo de interés supremo para un país, que el mejor transcurrir para mayor cantidad de habitantes .  

2 comentarios:

  1. muy bueno realmente. Ideal para complementar con este artículo de Rosso

    http://elblogdelfusilado.blogspot.com/2011/05/belgrano-y-nestor.html

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  2. quizás sea tiempo de fabricar nuevas categorías de análisis, de producir nuevos esquemas de interpretación para entender un sistema político que siempre fue complejo.
    Quizás no es que los partidos no se "acaten" a su tradición, sino que se han reconfigurado... Pero las estructuras ideológicas que los sustentan siguen estando detrás, para bien o para mal...
    por lo menos asi lo veo yo, diria un extraño personaje.
    abrazo!

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