ROMPEMOS
OTRA PROMESA
INCUMPLIDA
Sin casa propia
El macrismo
continúa acumulando promesas incumplidas en sus primeros diez meses de
gobierno. El aumento del desempleo y pobreza, el desplome del consumo y
actividad económica, marchan a contramano del contrato electoral. Idéntica
situación ocurre en materia de política de viviendas. La plataforma de
Cambiemos decía: “Vamos a lanzar un millón de créditos hipotecarios a 30 años
con fondos de la Anses. La cuota mensual será parecida a la de un alquiler. Y
lo vamos a lanzar el 10 de diciembre, porque creemos que es urgente y no hay
razón para esperar ningún día más”.
El crédito
financiero al sector privado cayó alrededor del 10 por ciento interanual en
términos reales. El retroceso fue aún mayor en el caso de los préstamos
hipotecarios (-30 por ciento). Las entidades bancarias continúan destinando la
mayor parte de su liquidez a comprar Lebac, divisas y otros activos
financieros. Sin perjuicio de eso, los funcionarios se esperanzan con algunos
“brotes verdes”. Por ejemplo, sostienen que los créditos hipotecarios pasaron del
8 por ciento del total de compra de inmuebles al 14 por ciento, en el último
año.
Lo cierto es que
si se repasan los números no hay demasiado margen para el optimismo. La
implementación de diferentes líneas de crédito (préstamos indexados, “Solución
Casa Propia”, ‘Nación tu casa’) tuvo un impacto muy limitado. El Banco Central
anunció en abril el lanzamiento de los préstamos indexados por Unidades de
Vivienda (UVI). El financiamiento otorgado, hasta agosto de 2016, apenas
alcanzó los 127 millones de pesos.
La floja
aceptación de ese instrumento, mientras la inflación se mantiene en niveles
elevados, no sorprende. El recelo ciudadano a los mecanismos indexatorios
encuentra explicación en la historia argentina. Los más memoriosos recuerdan
las nefastas consecuencias de la circular 1050 implementada por la dupla Adolfo
Diz (presidente del BCRA) - José Alfredo Martínez de Hoz (ministro de
Economía), en la última dictadura cívico militar.
El índice UVI
también es utilizado por el relanzado “Procrear” (renombrado como “Solución
Casa Propia”). El nuevo programa presenta varias diferencias con el anterior.
Entre ellas, el Procrear subsidiaba la tasa de interés y el “Solución Casa
Propia” una porción del capital. El resto de la deuda será indexada por la UVI
más una tasa de interés del 5 por ciento anual. Los resultados del “cambio”
son, en principio, muy perjudiciales para los deudores, como lo demuestra la
simulación realizada por ex técnicos del Procrear. Los supuestos utilizados
fueron el otorgamiento de un préstamo de 850.000 pesos (familia con ingreso
familiar de 15.000 pesos) en el marco de una inflación descendente: 40 por
ciento en el 2016, 25 por ciento (2017), 20 por ciento (2018) y 8 por ciento
(2019 en adelante).
Los resultados de
esa simulación, aún con estos supuestos optimistas, resultaron
considerablemente desfavorables para los deudores. El monto a pagar termina
siendo muy superior (3.379.142 pesos) al de la línea anterior (1.767.320
pesos), aún con el descuento de los 300.000 pesos que subsidia por única vez el
gobierno nacional.
La línea de
préstamos del Banco de la Nación es otro de los instrumentos impulsados por el
gobierno. En este caso, la tasa permanece fija en los primeros tres años y
luego se ajusta en función al Coeficiente de Variación Salarial . Las
autoridades del BNA informaron el otorgamiento de 3200 préstamos bajo esta
modalidad.
Por su parte, la
Anses seleccionó a los primeros 25.000 beneficiarios del “Solución Casa
Propia”. Los números están muy lejos del millón de préstamos hipotecarios
prometidos. La realidad vuelve a mostrarse ajena a los eslóganes electorales- ROMPEMOS
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