sábado, 1 de junio de 2013

Desde diciembre hasta aquí

Por Eugenia Madera

Siempre me resultó interesante el título de este programa. Somos todos testigos de lo que vivimos, el privilegio, claro, va por otro carril.
La última entrega de este ciclo, fue el año pasado en vísperas de Nochebuena. Pasaron casi seis meses, junio no es normalmente un mes para hacer balances ni raccontos, pero ¿cómo empezar un ciclo en junio sin mencionar lo que ha pasado hasta entonces?
En la última mesa de la que participé en diciembre charlábamos con Carlos y Pablo mirando el televisor encendido en el estudio los saqueos en Bariloche y el fantasma de la repetición en todo el país. La tensión, el caos, el derrumbe, la debacle, vaticinada con amplificadores. No pasó…
En enero, vuelve la Fragata Libertad al puerto marplatense y la discusión va  desde si es un simple barco a si es un emblema nacional. La reafirmación de la soberanía y la pelea con los fondos buitres se hunde en las arenas veraniegas.
En marzo, en la apertura de las sesiones legislativas, la presidenta presenta el proyecto de reforma de la Justicia, del que ya se explayó o se explayará otro de los columnistas de este programa.
Se muere el presidente venezolano Hugo Chávez Frías y millones de personas a lo largo del mundo lo lloran. Latinoamérica no es la misma desde su aparición, mucho menos desde su desaparición. El hecho repercute en la realidad nacional y arranca confesiones de dirigentes socialistas que lo apartan de algunos círculos que solía frecuentar.
Las clases en la Provincia de Buenos Aires no comienzan y el conflicto por las paritarias docentes se extiende en el tiempo hasta esta semana. Los responsables de la provincia parecen querer apagar un incendio con combustible y penalizan el reclamo, con detenciones ilegales a manifestantes por causas del año anterior incluidas. La impresionante masividad del reclamo parece no importarles a los grandes propagadores. Ningún docente los domingos. Aunque genera mucho malestar y malhumor en los padres de los alumnos, parece que los únicos responsables son quienes reclaman, no quienes deben darle una solución al conflicto en lugar de surfear la demanda. Protegidos como si hubiesen tomado litros de actimel, las autoridades provinciales no aparecen como responsables ante la ciudadanía.
El 13 de marzo, la fumata blanca del Vaticano anuncia que hay un nuevo Papa en el mundo. Minutos después se conoce que es argentino. Alegría de algunos, indiferencia de otros, indignación por la alegría de los primeros de algunos otros. El tema estuvo en debate durante muchas semanas. Una vez mas discusiones en cafés y supermercados. Y ni qué hablar de su correlato virtual.
Tiempo después, Máxima Zorreguieta es condecorada como reina consorte de Los Paises Bajos. Primera argentina reina. Como si a este país no le hubiera costado una revolución desprenderse de las ataduras de la nobleza, algunos festejan y como en el caso anterior algunos se indignan ante los festejos de esos.
Luego del extenso y merecido descanso para trabajadores y trabajadoras de semana santa sumado al puente por el 2 de abril, el país se despertó con la trágica noticia de una catástrofe natural sin precedentes en la ciudad de La Plata. Quienes vivimos en la ciudad de las diagonales, las universidades, los centros culturales, los tilos y los jacarandá difícilmente olvidemos algún día esos primeros días de abril. El agua arrasó con todo, y se hizo noticia nacional porque no estableció diferencias entre clases sociales. Golpeó a los barrios más vulnerables, a los que las lluvias más débiles siempre castigan y volvió vulnerables a los habitantes del casco urbano, que tienen impermeable para otras lluvias. El aluvión fue impresionante, desnudó los negociados de las corporaciones inmobiliarias en la ciudad y movilizó a todo un pueblo. La ciudad permaneció sitiada por militantes y voluntarios de todo el país. Y también se debatió. Si la remera sí, si la remera no, si la donación con cartel, o la donación sin nombre. Si la organización política o religiosa, si llovieron 100 o 300 y peor aún si las victimas fatales eran más o menos. Insisto, difícilmente nos olvidemos por el nivel de compromiso que algunos pusimos en que la ayuda se distribuya, en que la información acerca de las ayudas del Estado Nacional llegue y difícilmente uno olvida si transita todo el año esos mismos lugares en los que personas que conoce perdieron la vida o temieron por ella.
Muchos intentaron aprovechar ese clima de vulnerabilidad vivido no sólo por La Plata, sino también por parte de la capital federal y el conurbano bonaerense y lo sumaron a la lista de demandas en el cacerolazo del 18 A. Con menos convocatoria que las anteriores y varios dirigentes opositores queriendo aprovechar al máximo la para nada espontánea convocatoria, el sonido de las cacerolas fácilmente se apaga cuando el eco que dejan es la queja por la conquista de cada vez mas derechos sociales por parte de la mayoría de la población.
Por vez primera, se reprime un neuropsiquiatrico. El gobierno porteño de Mauricio Macri envía a la metropolitana a desalojar a los tiros a internos, trabajadores y periodistas en el Hospital Borda. Todo el espectro de organizaciones de derechos humanos, sociales, culturales y estudiantiles repudian los hechos, mientras que en algunos lugares simplemente aparece como un conflicto.
Mientras tanto, la corrupción se instala como tema de agenda y aglutinador de un discurso común opositor que lleva a figuras de centro izquierda a aliarse a figuras de la derecha más burda. Sin pruebas fehacientes ni comprobadas, sin un ápice de sustento judicial, se instala un clima de película de piratas, mientras no se le da importancia a medidas que son reales y que tienen un sustento y una base firme de realidad como el aumento en el piso del pago al impuesto a las ganancias, el aumento en las asignaciones familiares y de la Asignación universal por hijo, la estatización de la línea de ferrocarriles Belgrano Cargas, o la concreción de las viviendas con el programa Pro.Cre.Ar y las múltiples obras públicas que se inauguran cada semana y hablan de un Estado cada vez más presente.
El 17 de mayo murió el dictador y genocida Jorge Rafael Videla. En la cárcel. Juzgado. Donde debía estar. Esto por supuesto, y es bandera de este programa, generó debates. Estuvieron quienes prefirieron llamarlo ex presidente y hasta algún dinosaurio que volvió a intentar la disminución de penas a cambio de información y habló de reconciliación.
EL 25 una multitud, sin exagerar, copó la plaza de mayo y sus adyacencias. Una manifestación de masas imponente, que sigue teniendo ecos a una semana de sucedido. Que si hubo debates. Si el micro si o no, si el choripan y la coca cola reemplazado por el smarthphone. La realidad era imponente.
Esta última semana se tomó el guante de la inflación. Casi todos los gobiernos que intentan la integración de los sectores más desprotegidos a la economía de sus países conviven con el problema de la inflación con corporaciones que pujan y pujan por sus intereses. Aquí se ve el conflicto puesto en escena desde el mismo gobierno que lanza un programa para que la ciudadanía controle los precios. Nuevamente la discusión, la comparación con el nazismo y muchas otras múltiples absurdas y banales explicaciones.
El clima, las sensaciones, el malestar, el malhumor social parece que se acrecienta con el correr de los días. Sin embargo, si se ve la contracara de eso, se ve una sociedad donde todo se debate, todo se pregunta, todo se cuestiona. Y enhorabuena eso sea así. Lo decepcionante de eso es que el debate se banalice, se desvirtúe o se farandulice. Y que se traccione para un lugar en el que las conquistas sociales queden a años luz, jamás sus temas propuestos serán la democratización del acceso a la tierra, la interrupción voluntaria del embarazo o el trabajo no registrado por mencionar algunas de las cosas que faltan. Quizás el malhumor consista precisamente en eso, que si bien han pasado diez años de este estilo de conducción, la ciudadanía no se acostumbró a tener el conflicto en la agenda. Se puede entender a la vida social desde el orden o desde el conflicto. Elija Ud. cual le parecen las lentes más cómodas para entender la realidad y no taparla bajo la alfombra. Son formas de entender la política, la trama, la vida social.

http://www.youtube.com/watch?v=_1_fK-Sqqyw

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