ADOQUINES SALVAJES por Gustavo Marcelo Sala

Buenas noticias que nos deberian hacer pensar sobre nosotros.

Es una buena semana para nuestra zona. La linda noticia es que avanza velozmente la radicación de una empresa metalmecánica en Copetonas. La fábrica, que tiene interés en radicarse en la flamante Unidad Modular Productiva del pueblo, ya obtuvo el crédito gestionado ante el Banco Nación por lo que avanza en su objetivo. El delegado municipal en la localidad, Jorge Fuertes, lo confirmó a LU24 y recordó que se trata de una empresa oriunda de Lanús dedicada al rubro metalmecánico, sustituyendo piezas importadas que no se consiguen en el país y además elaborando varios elementos originales. Lo importante es que van a generar muchas fuentes de trabajo y están apurados en empezar a construir”, manifestó el dirigente, al tiempo que adelantó la existencia de un convenio con YPF”: “Estamos en contacto permanente y me comentó el propietario que mañana se finalizará el trámite por el crédito en Tres Arroyos”, concluyó. Hace pocos días, y en el mismo sentido, el embajador de los Países Bajos, Martín de la Beij, afirmó que Tres Arroyos es una ciudad muy atractiva para realizar inversiones productivas luego de haber recorrido en visita oficial tanto el parque industrial como la Cooperativa Rural Alfa.

El impacto que traerá esta empresa a la comarca ribereña del Quequén Salado será relevante. Incluso nuestro ejecutivo gobernante gozará doblemente ya que por un lado es probable que algunos vecinos orientales puedan tener chances ciertas de empleo y por el otro podrá seguir lamentándose orgullosamente por aquello que no puede o no quiere hacer, cuestiones coyunturales y operativas que otros distritos, por convicción y decisión política, hacen. Hay lujosos funcionarios locales que se pasan la vida excusándose por lo que nunca intentaron desarrollar. Pero no hay bien que por mal no venga. Si, así como lo escucha, lo dije al revés. Esta esperanzadora noticia nos debería hacer meditar concienzudamente sobre las limitaciones que tienen nuestros dirigentes ejecutivos para elaborar estrategias productivas que posibiliten el desarrollo de mano de obra local.

Entre discursos dignos de actos colegiales, contradicciones dialécticas y fracasos asumidos públicamente va desarrollándose la política lugareña.

Hace pocos días el Intendente Fabían Zorzano manifestó que los gobiernos nacional y provincial dieron amplias respuestas a todas sus gestiones para resolver temas importantes, como gas, seguridad, vivienda e infraestructura, a la par y respecto a la falta de puestos de trabajo para los jóvenes aseguró que estos deciden trasladarse a ciudades con mayor desarrollo industrial. Según indicó por La Dorrego, alrededor de 16 mil personas viven en el pueblo, la mayoría empleados en la administración pública, en el asesoramiento agropecuario y en profesiones de servicios básicos. “Hay un movimiento que tiene que ver con posibilidades económicas. Vemos en los últimos años el corrimiento de poblaciones a zonas muy industrializadas y con explosión en turismo”, explicó, en relación a Bahía Blanca y Tres Arroyos, como así también Monte Hermoso. Existen una multiplicidad de factores, sostuvo, y que si no hay una política de industrialización en el interior por parte de la Nación, es un camino de ida”, se lamentó por último.

Dicho esto, la admisión por parte del titular del ejecutivo municipal sobre las flaquezas políticas que ha tenido su gobierno para revertir las inercias enumeras o cuando menos intentar políticas desarrollistas tal cual hicieron nuestros vecinos de la región no es poca cosa. Sabemos sobre su capacidad profesional para diagnosticar, es un notable médico clínico, acaso lo que debemos asumir es que no posee atributos como cirujano, y lo que necesita nuestro distrito es extirpar determinados tumores que perviven casi de manera inconsciente en la comunidad.  Estimo que si esos gobiernos distritales, de distintos sello político por cierto, pudieron comprender, en el marco del proyecto nacional vigente, las necesidades y urgencias de sus habitantes, la pregunta que nos debemos hacer es obvia… ¿no le estaremos pifiando con el tratamiento y que esta complejidad está muy por encima de la voluntad política y el conocimiento del partido gobernante? No olvidemos que son ocho años de esta gestión y en total dieciséis de la Unión Cívica Radical.

No tengo dudas de que existen en el Pago conjuntos políticos y personas con mucha mayor capacidad y compromiso que el actual colectivo que domina el escenario dorreguense, incluso, como pudimos ver esta semana en el congreso disidente, dentro las propias filas de la UCR. No me puedo resignar a morir si nadie me ha confirmado que tengo una enfermedad terminal, aunque, por egoísmos ilegítimos, los actuales gobernantes traten por todos los medios de que yo crea que mi postración es irreversible. No tengo dudas que existen en el Pago ideas, proyectos inclusivos y desarrollistas sobre las mesas de trabajo, y que alrededor de ellas está sentada gente noble y honesta, políticos de raza política, vecinos inmunizados contra ese tumor conservador, eczema que debemos extirpar para poder alcanzar una calidad de vida  superior.

Hay que reconocer que hoy Fabián Zorzano y el ala conservadora de la UCR representan ese ideal de camposanto que buena parte de nuestros vecinos asume como ideal de vida, como aspiración máxima. Soy de los que aceptan hasta el fundamentalismo la voluntad popular de manera que nada se puede objetar desde lo institucional cuando de decisiones colectivas se trata. Lo que debemos evitar, desde la dialéctica política, es pervertir el discurso y sostener falazmente que deseamos que ocurra en nuestra sociedad lo que nunca, en más de 15 años de gestión, intentamos realizar.