"La sociedad , ese mal necesario
La sociedad, ese mal necesario,
aguas peligrosas en la que todos los individuos deben sumergirse casi obligados
para realizar sus fines, es el espacio en el que deberán mostrar su valor para
si mismos y para los demás. Este pensamiento liberal desnuda contradicciones .
Para el liberalismo lo social es el mercado, donde los individuos se
autovaloran según sus éxitos, pero también según como los otros reconocen sus
meritos. El pensar lo social como mercado es el modo de cosificar la concepción
de la sociedad. Lo social produce temor, los demas producen miedo. El
liberalismo siempre ha pensado la política como mecanismo para organizar
seguridad en sus incursiones en la sociedad. Se piensa la política a partir de
la vigilancia, la protección y el castigo. Encuentran en el Estado el padre
imaginado , protector y guardian que por la via de la autoridad castiga a los
hermanos envidiosos. La pureza de la naturaleza humana pasa por lo individual y
la imperfección y la maldad anida en la masa. El neoliberalismo es una
mentalidad que tiene miedo de la libertad de los otros, no existe una
aceptación ni un deseo directo de ello. El hecho que tenga limitaciones , limitaciones
que supimos fabricar, no significa que hayamos dejado de experimentar su
predominio. Solo esta agazapado esperando que sus lacayos puedan conseguir
mediante lo que detestan, “ puestos menores “
como les gusta decir, sino mas bien el planteamiento conflictivo
especifico a la desigualdad. El lugar de la representación y la legislación
siempre fue reconocido por un conocimiento de derechos políticos de asociación,
participación, información y voto. Tambien permiten la practica política fuera
del Estado, en la organización de la sociedad civil. Un conjunto organizado de
intereses y acciones por fuera de lo estatal, interactua políticamente en algunos
casos como control y presión frente a los gobiernos. La ciudadanía en términos
de derechos es ampliable y reducible cuando comprende que la política es una
cuestión de iniciativa y de relaciones de poder, y no la practican con
exclusividad los sujetos que gobiernan sino también los gobernados . Se
descuenta entonces, que para aparecer en la superficie de la determinaciones,
debemos ser materia atractiva en lo que somos, lo que hacemos o lo que
ofertamos, incluso en las interacciones afectivas y culturales de las personas
que formamos una sociedad. El consumo , es evidente ,nos forma y socializa, por
ende de allí la consecuencia de la representación preferentemente en la
sociedad civil. Una parte de ella dirigida a la política estatal es una
composición de particularismos organizados sin desligarse de sus referentes o
mas bien a partir de ellos. Para hacer política estatal, sin embargo no basta
con tener dinero, también es necesario tener valor social y político, lo cual
se logra a través del reconocimiento integral del sujeto de tasación diaria y en
comunidades como las nuestra, aunque la política en su conjunto practicada, la
estatal y la civil nos apunte hacia un nivel de inserción donde la mayoría de
la gente ya no considera como iguales a otras personas.
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