lunes, 13 de junio de 2016

llegó la hora de sacarse la careta

por Carlos Madera Murgui #


No es fácil entrar con alternativas de opinión ( nosotros no decidimos acciones), en una sociedad signada histórica, medular y casi biológicamente en una forma muy singular, o no, de pensar situaciones cotidianas de la vida misma y sus alteraciones por más profundas que sean. Pero el mundo sigue andando, todo se mira distinto a lo largo de los años,( los menos obviamente sin renunciar ni siquiera soslayar un replanteo sobre los valores básicos de cualquier persona) , pero admitiendo que no se vive de la misma manera, aunque el paisaje sea el mismo, las actitudes esperadas sean las mismas, y la hipocresía y el desdén se naturalicen en justificaciones, disimulos o fingimientos en todos los niveles que llevan mayoritariamente a situaciones de elegía, plañideras, pero después que la leche se volcó. Sufrimos como sociedad, y no como otra cosa, por lo colectivo, porque a quienes marcó seguramente todavía no se les pasó y no ocurrirá nunca, una triste particularidad, y no me es imperioso  detallar nuestros  sufrimientos en los últimos años para llegar a todos en el abordaje de temas que todos conocemos en Dorrego.  La exposición abierta y casi pública desmedida que hemos elegido en los últimos años ventilar lo privado de cada una de nuestras horas vividas, conspiran decididamente, no por el tenor de la elección      ( nunca mejor aplicado, cada uno hace de su vida un pito),          sino por la multiplicación de manifestaciones o procederes no siempre meditados lo suficiente en cuanto a su posterior resultado. Ciertos discernimientos sobre el comportamiento de las personas  adultas van a existir siempre;  lo permisivo de la época, es el traslado a adolescentes, pre  y niños de corta edad, donde la infancia debería seguir primando en el ideario general de sus progenitores y no apurar ciclos que irremediablemente no llevan a nada promisorio, todo por el contrario abren escenarios para los cuales segura y categóricamente no están preparados. Pero el fenómeno excede, me parece, esas realidades virtuales, valga casi la contradicción, en mi personal óptica existe una sola realidad, lo virtual sigue siendo eso. Pero qué pasa con nosotros como colectividad, porque nos pasa lo que nos ocurre. Un vislumbre de la cuestión desde lo científico-docto animó no hace muchos días en opiniones del director del hospital municipal  cuando inició hablar de lo que nadie habla. Tenemos una alteración muy seria desde hace varios años con los suicidios en Dorrego, también lo tenemos con los femicidios, aseguran también con las adicciones.  Esperar todo desde la esfera del Estado, aparece como un tanto hipócrita, simulado. Es cierto sí , que como organizador puede aportar acciones medulares. No obstante se me ocurre la cosa como más compleja, y seguro que es así,  por múltiples factores de conductas psico sociológicas que hacen directamente al ámbito donde se desenvuelven marcadas por formas de vida, oportunidades, expectativas,  (no hablo de la edad límite), si no que hacer con su existencia, en una propensión y mescolanza exitista, que imponen  y  sellan las diferencias.  Es fácil ?  No,    es más,  es muy difícil, pero atendiendo a eso, nos duelen estas situaciones al extremo. Protestamos, marchamos, lloramos, muchos, todos. Pero cuanto tiempo ? ….. el cauce nuevamente vuelve a esa normalidad , en esa supuesta normalidad que nos sumerge esa colectividad esponja que todo chupa, debemos revisar,  que no podemos, al menos replantearnos cuales son los elementos que llevan a mostrar los hechos sobre casos extremos en los últimos años que han marcado tan drásticas determinaciones entre nuestros coterráneos.   Las reacciones humanas son impredecibles  todavía, lo que sí, la ciencia, y los elementos con los cuales hemos avanzado en la vida colectiva de las personas, nos obligan a ocuparnos en la prevención fundamentalmente, con el análisis y la acción de los motivos al menos detectables de tan penosas  voluntades.  En el pueblo donde se vende la tranquilidad, nos conocemos todos, y nos duele trascender por estos motivos, todo entre comillas, llego la  hora de sacarse la careta, palabra que no quería utilizar. Con desear y  anunciar que no vuelva a ocurrir no alcanza. En un conjunto donde todos saben todo, y nadie dice nada,  claro que no somos inocentes, propongamos hacer algo, allí progresaríamos, todos somos responsables de los vacíos como proclama alguien, no solo los periodistas radiales que somos seleccionados por el dial, no por los votos, donde la carga y la competencia es aún mayor, pero también de los llenos, de las verdes y las maduras. Pelea vos, que yo te tengo el saco, esa es más vieja que yo. El cura del pueblo se animo frente a quien les habla hace algunos años en esta casa, todos nos acordamos como le fue. No sigamos aceptando que nos tiene que ir como le fue al cura, la gravedad comienza mucho antes de los hechos consumados. No sé si será como reza la frase,  pero al menos sigo confiando en que somos constructores de nuestro propio destino.

# Conductor "Dorrego Despierta" lunes a viernes de 7 a 9 por       Ladorrego AM1470

No hay comentarios:

Publicar un comentario