llegó la
hora de sacarse la careta
por Carlos Madera Murgui #
No es
fácil entrar con alternativas de opinión ( nosotros no decidimos acciones), en
una sociedad signada histórica, medular y casi biológicamente en una forma muy
singular, o no, de pensar situaciones cotidianas de la vida misma y sus
alteraciones por más profundas que sean. Pero el mundo sigue andando, todo se
mira distinto a lo largo de los años,( los menos obviamente sin renunciar ni
siquiera soslayar un replanteo sobre los valores básicos de cualquier persona)
, pero admitiendo que no se vive de la misma manera, aunque el paisaje sea el
mismo, las actitudes esperadas sean las mismas, y la hipocresía y el desdén se
naturalicen en justificaciones, disimulos o fingimientos en todos los niveles
que llevan mayoritariamente a situaciones de elegía, plañideras, pero después
que la leche se volcó. Sufrimos como sociedad, y no como otra cosa, por lo
colectivo, porque a quienes marcó seguramente todavía no se les pasó y no
ocurrirá nunca, una triste particularidad, y no me es imperioso detallar nuestros sufrimientos en los últimos años para llegar
a todos en el abordaje de temas que todos conocemos en Dorrego. La exposición abierta y casi pública desmedida
que hemos elegido en los últimos años ventilar lo privado de cada una de
nuestras horas vividas, conspiran decididamente, no por el tenor de la
elección ( nunca mejor aplicado,
cada uno hace de su vida un pito),
sino por la multiplicación de manifestaciones o procederes no siempre
meditados lo suficiente en cuanto a su posterior resultado. Ciertos
discernimientos sobre el comportamiento de las personas adultas van a existir siempre; lo permisivo de la época, es el traslado a
adolescentes, pre y niños de corta edad,
donde la infancia debería seguir primando en el ideario general de sus
progenitores y no apurar ciclos que irremediablemente no llevan a nada
promisorio, todo por el contrario abren escenarios para los cuales segura y
categóricamente no están preparados. Pero el fenómeno excede, me parece, esas
realidades virtuales, valga casi la contradicción, en mi personal óptica existe
una sola realidad, lo virtual sigue siendo eso. Pero qué pasa con nosotros como
colectividad, porque nos pasa lo que nos ocurre. Un vislumbre de la cuestión
desde lo científico-docto animó no hace muchos días en opiniones del director
del hospital municipal cuando inició
hablar de lo que nadie habla. Tenemos una alteración muy seria desde hace
varios años con los suicidios en Dorrego, también lo tenemos con los
femicidios, aseguran también con las adicciones. Esperar todo desde la esfera del Estado,
aparece como un tanto hipócrita, simulado. Es cierto sí , que como organizador
puede aportar acciones medulares. No obstante se me ocurre la cosa como más
compleja, y seguro que es así, por
múltiples factores de conductas psico sociológicas que hacen directamente al
ámbito donde se desenvuelven marcadas por formas de vida, oportunidades, expectativas,
(no hablo de la edad límite), si no que
hacer con su existencia, en una propensión y mescolanza exitista, que
imponen y sellan las diferencias. Es fácil ? No, es
más, es muy difícil, pero atendiendo a
eso, nos duelen estas situaciones al extremo. Protestamos, marchamos, lloramos,
muchos, todos. Pero cuanto tiempo ? ….. el cauce nuevamente vuelve a esa
normalidad , en esa supuesta normalidad que nos sumerge esa colectividad
esponja que todo chupa, debemos revisar, que no podemos, al menos replantearnos cuales
son los elementos que llevan a mostrar los hechos sobre casos extremos en los
últimos años que han marcado tan drásticas determinaciones entre nuestros
coterráneos. Las reacciones humanas son
impredecibles todavía, lo que sí, la
ciencia, y los elementos con los cuales hemos avanzado en la vida colectiva de
las personas, nos obligan a ocuparnos en la prevención fundamentalmente, con el
análisis y la acción de los motivos al menos detectables de tan penosas voluntades. En el pueblo donde se vende la tranquilidad,
nos conocemos todos, y nos duele trascender por estos motivos, todo entre
comillas, llego la hora de sacarse la
careta, palabra que no quería utilizar. Con desear y anunciar que no vuelva a ocurrir no alcanza.
En un conjunto donde todos saben todo, y nadie dice nada, claro que no somos inocentes, propongamos
hacer algo, allí progresaríamos, todos somos responsables de los vacíos como
proclama alguien, no solo los periodistas radiales que somos seleccionados por
el dial, no por los votos, donde la carga y la competencia es aún mayor, pero
también de los llenos, de las verdes y las maduras. Pelea vos, que yo te tengo
el saco, esa es más vieja que yo. El cura del pueblo se animo frente a quien les
habla hace algunos años en esta casa, todos nos acordamos como le fue. No
sigamos aceptando que nos tiene que ir como le fue al cura, la gravedad
comienza mucho antes de los hechos consumados. No sé si será como reza la frase,
pero al menos sigo confiando en que
somos constructores de nuestro propio destino.
# Conductor "Dorrego Despierta" lunes a viernes de 7 a 9 por Ladorrego AM1470
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