Entre
lo que necesitan los chicos…. no lo que quieren,…. y la “suerte” de vivir acá, que todo lo indulta.
por Carlos Madera Murgui #
En
medio de las noticias de impacto político, como las elecciones, mientras
debatimos sobre economía, métodos, formas, procederes, ideas , la problemática
social de los jóvenes pide permiso, para
lograr un lugar en la discusión y mostrar los números duros y difíciles que
explican la vulnerabilidad de ese grupo social (nuestros hijos, sobrinos,
nietos...), jóvenes en crecimiento, procurando ser nativos de una época que los
reciba con los brazos abiertos para el estudio y el trabajo.Algo que, lamentablemente, nuestra Argentina no
parece estar preparada a otorgarles tan fácilmente.Los números que, por ejemplo, UNICEF dio a
conocer recientemente son elocuentes.Muestran que uno de cada dos pibes de entre 13 y
17 años es pobre.Una pobreza que golpea mucho más que al conjunto
de la población: entre chicos hay más pobres.Unicef también reveló que entre 2011 y 2015
también crecieron denuncias por hechos violentos hacia niñas, niñas y
adolescentes, por parte de las fuerzas de seguridad.
En la Argentina medio millón de adolescentes
están fuera de la escuela y solo la mitad de los que ingresan terminan el nivel
secundario.
Y en cuanto al trabajo, el propio INDEC reconoce
que del total de desocupados que tiene la Argentina, la mayoría son jóvenes de
menos de 30 años.
Los que tienen 20 años suman casi el 46 por
ciento del total de personas en condiciones de trabajar pero sin empleo. ¿Hay
algo peor que podamos ansiar para nuestros chicos?
Según las estadísticas de la Organización
Mundial de la Salud, la Argentina tiene una tasa de suicidio en aumento.
Hablamos de una tasa de suicidio joven que pasó
de 7,3 muertes cada 100 mil habitantes en 2011 a 14,2 en 2015.
En cuatro años la cantidad de chicos suicidados
se duplicó.Y en casi 20 años, desde la década de los 90 la
misma tasa se triplicó.
Según datos del Ministerio de Salud, el sector
de la población joven con más tasa de suicidio se da entre chicos, especialmente
varones, de entre 15 y 24 años.
Algo no estamos haciendo bien; por no tener
conciencia de lo que significa para una sociedad ver que nuestros hijos se
quitan la vida; y por no estar haciendo muy poco para frenar esta situación de
auténtica crisis social.
Los especialistas de la temática dicen "Es
cierto, pero la tasa de suicidio adolescente crece en el mundo", pero
yo vivo acá.
y en los últimos 45 años la tasa de suicidios
aumentó un 60 por ciento en Argentina y en muchos otros países, ahí vale.
Además en nuestro país, este dramático indicador
social se combina con otras realidades sociales que pone a los chicos en un
contexto todavía más vulnerable: la de la pobreza y la exclusión social.
Es que estamos criando pibes pobres, sin
trabajo, agredidos y golpeados y empujados a la propia muerte.
El suicidio en países subdesarrollados como el
nuestro cobra un dramatismo todavía mayor.
Hablemos de las causas del suicidio adolescente.
La frustración es, sin dudas, uno de los
principales motivos.
Las metas no cumplidas empujan a cientos de
chicos a quitarse la vida.
Un escenario agravado por los excesos de alcohol
y drogas...de pibes cuyos padres probablemente incurran en sus propios excesos.
Hablamos de padres que se exceden en varias
porquerías, pero también en su trabajo, en sus compromisos sociales extra hijos.
Y no digo que el exceso de trabajo, para
quien lo tenga, por voluntad propia, pase a ser un problema, seguro sin
equivocarme es una única alternativa. Pero también existe quien va detrás de
posesiones que no le soluciona estos dramas, por el contrario se los agrava.
Si indagamos en cada chico que cae en el consumo
de drogas llamadas "de diversión" seguramente encontraremos tras
ellos a padres excedidos de todo tipo de cosas.
Pero fundamentalmente en donde queremos parar es
en la contención social que tienen..... ¿ qué
le damos a nuestros pibes ?
¿ Por qué se quitan la vida o arrebatan incluso
la existencia de otro al cometer un delito ?
Se trata de saber qué pasó para que la sociedad no haya podido evitar el
trágico final de cientos de chicos.
Y la respuesta viene dada tanto por la ciencia
social como por las reflexiones de víctimas de la violencia.
Por el lado de la ciencia, Emile Durkheim en su
aporte vital a la sociología por su trabajo titulado "El suicidio", demostró
que hay factores sociales que precipitan a los individuos a quitarse la vida.
Hay lazos sociales que, al no estar del todo
bien constituidos, terminan siendo una red que se rompe ante al afán suicida de
una persona.
Esa red social es débil y no llega a evitar la
tragedia.
Se trata de ver qué pasa en cada pibe a partir
de lo que sucede en su entorno: familia, amigos, compañeros de estudio.
Muchas veces allí están las mejores
explicaciones para lo inexplicable, tal como lo afirma Durkheim.
Cuando
decimos que los problemas son de la sociedad, estamos diciendo que los
problemas no son míos, son de otros.
En cambio, cuando hablamos de familias y sus
cuestiones íntimas, ahí el asunto nos empieza apretar como un zapato chico.
¿Qué
sociedad de buena gente podemos tener si criamos a nuestros hijos sin
contención alguna, sin cariño, sin siquiera una mínima cercanía y
acompañamiento? Para no quedarnos solo en el dolor, digamos que estos males que
rodean a nuestros pibes se pueden intentar al menos remediar.
Por ejemplo, en el caso del suicidio
adolescente, los especialistas hacen foco en tres puntos claves.
Hay que estar atentos a cambios notorios en
el carácter como ser: retraimiento, apatía, insomnio. Referencias reiteradas a la muerte o
amenazas de suicidio.
Sólo estando cerca de nuestros hijos sabremos
qué les anda pasando.
Como para reflexión final, digamos que somos una
sociedad que le da la espalda a nuestros pibes.
Pero con conciencia ciudadana y compromiso
político, algo y muy bueno se puede hacer por ellos.
Nuestros chicos no serán mejores obligatoriamente
con estudios universitarios, o zapatillas caras y celulares ultramodernos,
Serán mejores con nosotros a su lado.
Este es nuestro aporte.
Suena a perogrullada, pero es estrictamente
cierto.
¿Qué tan cerca estás ahora de tus hijos,
sobrinos o nietos? ¿Sabés en qué andan? ¿Te preocupás por ellos? ¿Qué ejemplo
les das vos a ellos? ¿Qué hacés de tu vida para demostrarle a los pibes que te
miran que su vida también vale más que cualquier otra cosa? Sin mirarlos a los
ojos jamás sabrás lo que les pasa. No le se lo preguntes por wassap, míralo a
los ojos, abrázalo, hacele sentir que tiene a alguien.
Que
el Estado se encargue de darles oportunidades de estudio y de trabajo.
Todo lo que pueda pasar seguramente será para
mejor, mejor que como estamos hoy.
Esto
es solo deseo, empeño y esperanza de alguien, como todos ustedes. Existe gente
con la preparación, estudio e infraestructura para ayudar a atacar un verdadero
flagelo que también esta entre nosotros como el monumento a Dorrego. Los caminos
serán variados, empecemos a poder ocuparnos de lo que podemos hacer, Estar
cerca de nuestra familia no se compra con dinero.
# Conductor "Dorrego Despierta" de lunes a viernes de 7 a 9 por Ladorrego AM1470.
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