jueves, 26 de octubre de 2017

TAPA "Dorrego Despoierta" jueves 26-10-2017

la mitificación de la chatura dorreguera...
por Carlos Madera Murgui #


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Del éxtasis a la agonía oscilan cotidianamente nuestros días, según el lente, según la ocasión. Pero tal cual padres de familia, solo permitimos quejas desde adentro, porque de otra manera hacemos prevalecer orgullosos nuestros rasgos de identidad.  Este último tiempo, pre electoral, muy constructivo a mi entender, desde el punto de vista del análisis, ya que no somos proclives a hacerlo masivamente en otra época o período, que nada lo distanciaría al transcurrido antes de una elección. Tenemos creencias o frases hechas que hemos repetido a lo largo del tiempo basados en dolores o padecimientos, incluye adelantos, que se han ido transfiriendo por años y que damos por sentado. Tal vez estemos hablando del rasgo más distintivo de los dorregueros como comunidad. Lo cierto es que la discusión de los dirigentes y sus opiniones y planes e ideas no pasan desapercibidas,  los que ganan,  los que pierden, todos hacen su diagnóstico, y por encima de que sean apoyados por el voto o no, se traduce en preocupación y atención respetable en todos y para todos, repito más allá de una adhesión concreta. Después viene el tamiz necesario pasando por el gusto, la coincidencia o la preferencia hacia algún candidato o conjunto o partido que se ofrezca en el menú a toda la ciudadanía. Todo sirve en un contexto generalizado, como debe ser, y ojala nunca se  modifique, que todo puede mejorar, de la mano de quien sea, de aquí o de allá, de la forma que elijan, y en el momento que cuadre, según el contexto.  Todo hace presumir tiempos mejores, por la diversidad, por este clima de participación general, que alienta mirando desde la movilización propia de cualquiera, de la discusión, de ocuparnos de los temas que nos incumben, en estar al menos preocupados  por mejorar cualquier situación en la que nos encuentre  colectivamente, porque individualmente no nos ha ido tan bien a todos, valga el sentido metafórico. Al menos la información, datos, opiniones, vaticinios de estos días hacen hablar y opinar a gentes que habitualmente no sabe si llueve o el sol brilla con todo su esplendor. Es un mal de época, cierto, generacional, también, pero no es menos cierto, que todos hasta los recién llegados, se animan a opinar con total desenfado. Y es auspicioso, antes del silencio, o de los tutores de la antipolítica,  que hablan por reflejos ajenos.  No existe la neutralidad ante tensiones o conflictos de nuestra vida social y política, eso es precisamente, me parece lo que robustece la herramienta. No quiero habitar un espacio donde quedemos atrapados en el decir por decir, en el que justifiquemos lo injustificable, y repitamos conceptos donde no caben los matices, donde sobra lo categórico. Lo complejo es filtrado por el discurso,   reductores de la realidad, mecanismo que siempre juega en contra de todos, incluso del emisor.  La mitificación de la chatura dorreguera,  es la celebración de la negatividad misma, exagerar situaciones que nos impiden pensar que no somos tan distintos, ni para bien ni para mal, nos juega en contra, pero es producto de nuestra propia fuente, y nos molesta cuando viene de afuera. Usamos criterios fundados con sensación de certeza que nos hace dormir tranquilos en el desconocimiento y conformismo.  Ese horizonte tormentoso es socialmente asumido en forma categórica y en forma de historicidad, tradiciones y sentimientos, nos impide ya trasvasando generaciones encarar una tarea que se nos ha contado imposible y dudosamente deseable. Nos queda revisar seriamente que hacemos con posturas y aspectos profundamente negativos de nuestros hábitos como sociedad, que definitivamente no depende de pocas personas. Es imperioso un análisis y ocupación a fondo de eso que llamamos la sociedad dorreguense donde parece que todos somos iguales, pero que hecho conviven y existen instituciones  y organizaciones de todo tipo, como así también y nada menos que una población paralizada por el destino preestablecido de algo que no existe. No es fácil encontrar pueblo que se caracterice por el hábito de auto denostarse,  creo que solo nos encarna una variación de la decadencia que tomo posesión del imaginario pueblerino que nos invade, y que nos incluye a todos sin excepción.


# Conductor "Dorrego Despierta" de lunes a viernes de 7 a 9 por LadorregoAM1470

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