por Carlos Madera Murgui #
Un día nos van a contar que el dinero cambiado por trabajo es muy malo para la salud mental, e iremos como rebaño, en pos de nuestra salud a laburar gratis. Esta exageración, es pertinente ante tanta mentira naturalizada. No acostumbrarse a tanto bolazo es el primer acto de rebeldía.
¿Leíste o escuchaste que los gendarmes
gritaron “Tenemos a uno” el primero de agosto ?
¿Leíste o escuchaste que aquella madrugada en
Pu Lof los gendarmes prendieron fuego todas las pertenencias de los mapuches?
¿Leíste o escuchaste que volvieron a prender fuego los
campamentos de las comunidades que denunciaron al juez Otranto en Esquel?
Y seguimos y seguimos…….. escuchamos hasta locales y visitantes decir que nunca se retiraron pensiones por invalidez y una resolución judicial dice que deben reponerlas y lo más que lo ratifica es que el gobierno lo apela,… pero nunca existió,….. además a algunas personas se les ocurre decir que son inventos opositores.
Y seguimos y seguimos…….. escuchamos hasta locales y visitantes decir que nunca se retiraron pensiones por invalidez y una resolución judicial dice que deben reponerlas y lo más que lo ratifica es que el gobierno lo apela,… pero nunca existió,….. además a algunas personas se les ocurre decir que son inventos opositores.
Hablar de la libertad de prensa no es solo un
problema de –algunos- periodistas. Una voz que callan o desinforman
(despedidos, precarizados o silenciados, suman más de 4.000 en los últimos dos
años) es una herida transversal a ideologías. Y los riesgos son enormes. Porque
?
Porque escuchamos que “mataron a Nisman para
que no vaya al Congreso” es que nos parece posible la teoría del crimen. Haya o
no haya sido suicidio, la premisa ya condiciona el razonamiento público. Ocurre
que el acto legislativo del fiscal carecía de toda relevancia judicial. La
fortísima acusación ya estaba en Tribunales, con todas las pruebas que Nisman
consideraba pertinentes. Si la idea era impedir que se acusara a la Presidenta,
los sicarios llegaron tarde. Pensemos, si quieren que el Gobierno se entera de
que le van a caer con delitos gravísimos, entonces manda a dos expertos a matar
al denunciante… después.
Porque escuchamos que Santiago no estaba, que
estaba pero al servicio de una guerrilla financiada desde Londres, que también
cobraba un plan “descansar” de 40.000 pesos mensuales, que pertenecía a un
grupo que trafica cocaína a través de la Cordillera, que era sobrino de Vaca
Narvaja y montonero, es que toleramos la hipótesis del “sacrificio” (está
escondido por amor a la causa) y la desaparición programada como estrategia
kirchnerista para sacar rédito político. Un gendarme admite ahora que “tiraron
corchazos”, a otro se lo vio en un video gritar “tiren al negro”, otro declaró
que “disparé a una sombra” ……pero resulta que los que mienten son los testigos.
Se admite en la prensa oficial que en los
despachos de la Casa Rosada no cunde el pánico: el Gobierno asegura que lo
ocurrido en el sur tiene (sic) costo cero. Pera mejor (o peor), la noticia está
“amesetada”, agrega la tribuna de doctrina. De costos y curvas de incidencia
saben, sí. Sí que saben, analizan una desaparición forzada como una variable
financiera. Y lo hacen impunemente porque tienen cómo apabullar.
Perdonen que insista: el problema es a quién
uno escucha. Se prohíbe la resignación, la pereza y el desánimo. Se insta a
buscar. Busquen, escuchen, lean porque hay. Y cuando encuentren, apoyen,
sostengan, aporten. Mañana será tarde. Al menos vamos a poder decir que lo
intentamos.
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