por Carlos Madera Murgui #
El clima de debate permanente, en todos los ámbitos de la sociedad por distintos motivos, le debería hacer bien a toda la comunidad. No solamente el espectro político, que es casi su trabajo, sino la sociedad toda, que ha conferido mandato para llevar adelante las ideas a las cuales adhiere. Temas diversos, importantes todos, reiterados, con disímil resolución o sin ella, han estado en el obligado tratamiento de los medios de difusión y por ende en el comentario diario de los pobladores.
Ampliamente
difundidos, con detalles, con las voces de los protagonistas, todas , como nos
tiene acostumbrados esta radio, algunos asuntos exceden ampliamente la
inmediatez, para protagonizar un debate de base, que merecerían una atención
superior, dedicada, permanente, más allá de encontrar coincidencias. Nosotros
mismos, irradiamos nuestro punto de vista, de imposibilidad u oportunidad de realizaciones
concretas, pero no es suficiente.
Sentimos
desde las voces de propios dorregueros que este pueblo se muere, que no hay
oportunidades como las que pretendemos, que la población es mayoritariamente
jubilada e infanta, que los jóvenes deben emigrar por la falta de trabajo.
Por estas
mismas razones, quienes ambicionaríamos que esas aseveraciones no tengan al
menos toda la razón, sería muy interesante, medular, importantísimo, comenzar
con un debate serio sobre este tema en particular, para correr ciertos velos,
sobre las reales y efectivas oportunidades que tiene o no nuestro distrito en
esa materia. Tendrá que comenzar obligatoriamente por la representación
política ; el Departamento Ejecutivo, concejales, y todo representante que haya
sido designado constitucionalmente por la ciudadanía. Luego entidades intermedias
, prensa , y todo tipo de expresión que se sume al inocultable reconcomio que
desdibuja el ánimo diario de nuestros coterráneos. Este debido debate sobre el
desarrollo y por ende el empleo en nuestro partido, no es nuevo por pendiente,
ni viejo por remiso. Directamente nos hemos quedado, cada cual con su verdad aparente, puesta en el tapete en épocas electorales, o
cuándo se trata de reavivar diferencias, que por más que sean explicadas, como
formas de atacar un evidente problema, no vislumbran al menos un terrenal
diagnóstico y acción, que suponga el ponerse a trabajar, sea quien sea, en la
cristalización de esas ideas debidamente fundamentadas. Las posibilidades desde
un gobierno municipal, allende sus ingresos genuinos, se centran en el puente
ineludible e imperioso que debe mantener con autoridades provinciales y
nacionales, que sí cuentan con otras oportunidades de recaudación y
distribución, y que necesariamente serán la base de sus gestiones. Elementos
para reactivar posibilidades de trabajo cierto, se ven acotadas en pequeños
emprendimientos que no compatibilizan con las manifestaciones de la mayoría de
los vecinos, que sueñan y reclaman una salida más interesante. No es el
nuestro, un lugar que se haya caracterizado por la gran inversión local, al
menos desde hace muchos años y en la forma que nuestra población lo espera.
Tenemos sí, y tal vez sea la medida, no nos debe conformar obvio; interesantes
empresas, no importa su tamaño, que han materializado su accionar en el
distrito. No son suficientes; El nexo, estratega y la participación estatal
tiene que ser medular en esta tarea. La
inquietud es irrebatible, más allá de lo que se escucha todos los días,
trasluce como el principal motivo de preocupación de los habitantes, la falta
de trabajo. Necesitamos algo más, que la postura de cada uno de los dirigentes
involucrados no solo políticos, que no tienen una reacción políticamente
correcta como se necesitaría en estos casos, que nos haga progresar en la
intranquilidad colectiva, como ideas concretas, amparadas en acciones
realizables, posibles, sin dejar de lado el ideal de lo soñado. Válidas e
importantes son todas las expresiones, atendibles, que no deberían molestar, ni
por aparecer exageradas, ni irreales, ni descarnadamente ciertas. Sí nos tienen
que hacer reaccionar, pero efectivamente, no ofendiendosé, sino con ideas, en acciones, algo más edificante, que nos ponga en marcha,
una vez por todas, no solamente desde la retórica, sino de los hechos
concretos, firmes, consensuados, estudiados, como corresponde a una sociedad
que no ceja en su aflicción permanente de caer en el más cruel de sus destinos,
como es el desarraigo.
# Conductor "Dorrego Despierta" lunes a viernes de 7 a 9 por Ladorrego AM1470
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