Sobre una reflexión del periodista
Wassington Uranga
Con rumbo definido
por Carlos Madera Murgui #
Después de las elecciones legislativas
el gobierno de Cambiemos salió decidido a impulsar iniciativas simultáneas en
todos los frentes (derechos laborales, régimen impositivo, justicia y otros),
con el propósito explícito de modificar de raíz criterios y derechos
consolidados en la sociedad argentina durante décadas. Esto es lo que Cambiemos
denomina volver a la “normalidad”. Es decir, reinstalar de manera brutal y de
la forma más rápida y expeditiva posible, un conjunto de disposiciones legales
que consoliden y formalicen normativamente los avances de los sectores de poder
que acompañan su gestión. Una suerte de restauración conservadora que apuntale
legalmente el retroceso y, en algunos casos, directamente la abolición de
conquistas populares. Tiene lógica. Cambiemos es un proyecto pensado a largo
plazo. Y quienes conducen saben que la correlación de fuerzas que hoy es
favorable a los grupos de poder que mandan en la Argentina no será eterna. Todo
puede cambiar en plazos que son siempre difíciles de predecir en la política.
En ese momento los que ahora se ven favorecidos (grupos económicos,
corporaciones de todo tipo) se llenarán la boca con el discurso de “defensa de
la democracia” y, actuando siempre a favor de sus intereses, seguramente se van
a atrincherar en la “legalidad”, la “institucionalidad” y la “seguridad
jurídica”. La misma que hoy desprecian, avasallan y atropellan con sus
conductas políticas y acciones en la gestión de gobierno.
En nada de esto hay improvisación.
Cambiemos está llevando a la práctica una metodología ensayada y experimentada
primero en la ciudad de Buenos Aires y luego perfeccionada en los dos últimos
años a nivel nacional.
He aquí algunas tácticas utilizadas. No
son todas pero alcanzan para dejar en evidencia una metodología de pragmatismo
político que arrasa con derechos sociales históricos pero también con
tradiciones políticas con el argumento de la modernización y el látigo de la
chequera. El verdadero propósito es vencer las resistencias hasta destruir a
los adversarios, atacando sus fortalezas y debilitando sus bases de
sustentación.
Se aplica tanto en lo macro como en lo
micro. Podría denominarse como la táctica del “error involuntario”. Es una
manera de mostrar un costado humano de la gestión. Se verbaliza como “somos
humanos, no somos infalibles”, “estamos aprendiendo”. Refuerza también la idea
del “diálogo”. En realidad se trata de un movimiento de pinzas absolutamente
premeditado. Se hace una propuesta de máxima y se analizan las reacciones. Sólo
se retrocede si hay resistencias pero teniendo claro desde el momento inicial
cual es el piso que se pretende alcanzar y que el Gobierno nunca resignará. La
misma fórmula se aplica para la dirigencia política opositora cada vez que
Cambiemos arremete tanto con decisiones de gestión como con iniciativas
legislativas. En última instancia y para forzar el cierre de los acuerdos no
hay que descartar, en casos “necesarios”, la extorsión con diferentes recursos:
presupuestarios, económicos y carpetazos.
El blindaje mediático y judicial se
aplica a modo de indulto en ese caso. Se puede decir que esta es una táctica de
amedrentamiento social y cultural colectivo. Todos estamos advertidos que quien
esté dispuesto a “poner palos en la rueda” (porque protesta, porque reclama o
porque denuncia) puede terminar en la cárcel por determinación
mediático-judicial.
También a modo de ejemplo: se anuncia
la “ampliación de la política de derechos humanos” para hacerla “completa” e
“integral”, mientras se avanza con el inocultable propósito de dejar atrás la
bandera de “memoria, verdad y justicia” sostenida por las organizaciones
defensoras de los derechos humanos, cuya presencia es altamente molesta para el
Gobierno de Cambiemos.
Los recursos metodológicos son muchos y
diversos. La suma y de estas y otras tácticas configura una estrategia en la
que no hay acciones aisladas o improvisación. Podremos seguir enriqueciendo la
lista con ejemplos que ilustren el modo de actuar del Gobierno y de Cambiemos.
Es un ejercicio necesario para comprender y desentrañar no solo la estrategia
de los factores de poder que hoy gobiernan, sino fundamentalmente para
ejercitar la manera de revertir el proceso de destrucción de derechos que están
concretando en el país.
# Conductor "Dorrego Despierta" de lunes a viernes de 7 a 9 por Ladorrego AM1470
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