sábado, 13 de junio de 2015

EDITORIAL PROGRAMA SABADO 13



Resultado de imagen para imagenes de consumo                                                                                                   " Una falsa                                        seguridad "

                                                                                                         


Los jóvenes y hasta los niños de hoy son objeto de la sociedad de consumo. Se los utiliza para la colocación de bienes y servicios y se los ha incorporado a una lógica mercantilista que prioriza el dispendio. Se trata de individuos consumidores , no de futuros ciudadanos, así se los considera. La posmodernidad ha logrado la destitución de su lugar como los ciudadanos que serán. No se trata de sujetos que están construyendo una ciudadanía con derechos y obligaciones, son usuarios de mercancías diversas : indumentarias, alimentos, juegos y juguetes, tecnología, medicamentos, sustancias tóxicas legales e ilegales, entre otras. No importa si estos consumos son fundamentales para sus vidas , ni siquiera si los necesitan, el “mercado” crea esa necesidad; la inventa literalmente.


Pero es necesario detenerse a pensar que los consumidores poco reglados, la incorporación de una autonomía anticipada y la utilización de objetos totalmente prescindibles los expone al riesgo de una libertad ilimitada y de una falsa seguridad.


Esta lógica posmoderna los empuja a cometer excesos, los que ustedes piensen, que atentan contra su integridad, su capacidad de satisfacción, su moral, en definitiva, su deseo. Esta lógica de “ mercado” , desenfrenada y avasalladora los transforma en seres aburridos, desinteresados, individualistas, depresivos y sin rumbo cierto. Esto no es apocalíptico ,lo que sí ,debemos convenir que vivimos en sociedades complejas sobre las que es necesario imprimir un cambio; hay que poner a trabajar una nueva lógica que les devuelva un sentido a las vidas, un interés por el semejante y la posibilidad de recuperar la felicidad y el bienestar ,que debemos asumir los mayores que esto sigue sin estar en posesiones materiales, donde se vivencia claramente que el mundo adulto arroja a los jóvenes, hasta niños, a hundirse en esa lógica del ”tener” que propone el capitalismo tardío, que impulsa a un consumo desenfrenado y sin sentido moral. En el caso de nuestro país en especial es fundamental que se reflexione y debata cuestionando si los modos en los que se piensa y se trata a los jóvenes están a la altura de la responsabilidad que se pretende otorgar.


La impecabilidad de las formas , las reglas , procedimientos nunca estarán por encima de la importancia de la realidad misma. La respetada por su profundidad, no escuchada , opinión antológica de aquel Cura Párroco Díaz Súnico , nos refrezca la evidencia que cuando no se quiere, no se puede. Aquella tarde-noche del 25 de Diciembre de 2009, cuándo me acerque tímidamente a la Parroquia al encuentro del sacerdote para invitarlo a una conversación que formalmente estaba enmarcada en el espíritu navideño, y ese fue el argumento para convencer al religioso, y que desde su amabilidad surgió un sí inmediato, ambos no suponíamos, yo al menos,( ya que los famosos dichos partieron de su persona) , que la repercusión aleatoria sería sumamente tomada como más importante que la referencia misma a sus opiniones, que por otra parte, nada tuvieron de indescifrables, y donde el cura dijo lo que dijo, de la forma más sencilla y entendible que se pueda deducir. Cuando el cura Hugo, armó su opinión en este estudio y esta misma mesa, a un metro de distancia y mirando a los ojos de quien les habla, les aseguro que más allá de su ocupación, escuché a un hombre sumamente preocupado, genuino, donde contaba un sufrimiento comunitario, que debía trasladar a su rebaño, a todos, así no vayamos a la iglesia, ya no como representante de un sector, sino como miembro activo de esta sociedad, vaya sí lo es, y que más que una acusación o denuncia, eso inferí, se trataba de un pedido de ayuda para quienes evidentemente no la tienen, por parte de quiénes no la brindan, no se ocupan o no les interesa. El encargo de uno de los temas más preocupantes, yo le llamaría de Salud, también de seguridad, de desarrollo, de futuro, de derechos humanos , por parte del Estado , en todos sus atributos, legaciones, encarnaciones o representaciones, junto a una responsabilidad personal de cada individuo como tal, como padre, como familiar, como semejante, excede sin más vueltas cualquier tipo de discusión de metodologías o formas que se quieran justificar para no hacer nada. Estamos acostumbrados a aseverar o comentar que lo que no pasa por televisión o radio no sucede; el cura , fiel a su puesto habló de lo que escucha, de lo que le cuentan, de lo que vive, igual que el resto del pueblo. Si debemos mencionar en un medio de comunicación lo que todos dicen que todos saben, para sumarle magnitud, dicho está y estará por Hugo Díaz Súnico ; Quedará por parte de una sociedad pobre de espíritu, desdichada ,donde entramos todos con menor o mayor responsabilidad; mostrar nuestra valentía y compromiso a ultranza, como lo hacemos por temas triviales o lo que es más preocupante aún , temas económicos , donde allí sí demostramos atrevimiento y osadía. No seremos capaces de revertir el destino que decimos tanto nos preocupa de nuestro pueblo, si no empezamos por nuestra propia integridad. NO SOLO SE PUEDE, SE DEBE.




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