domingo, 30 de agosto de 2015

"ADOQUINES SALVAJES" en Testigos de Privilegio

Sonidos democráticos y ruidos que no lo son tanto
por Gustavo Sala
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Hace pocos días, curioseando por las redes sociales, se viralizó una frase dentro de uno de los círculos docentes de Coronel Dorrego que me hizo bastante ruido y que le era adjudicada erróneamente a Eduardo Galeano. La misma sentenciaba que si el voto sirviera para algo estaría prohibido. En esta semana, dentro de esos mismos foros observo el dibujo de una urna llorando debido a los eventos desdorosos que ocurrieron en los comicios de la Provincia de Tucumán. Vamos a ponernos de acuerdo, si hace una semana el voto no servía para nada lamentarse porque este entra en estado de sospecha resulta una mera especulación dialéctica. Por supuesto que el voto sirve, en tanto y en cuanto nosotros como sociedad le demos la importancia que se merece, antes y después de los comicios, no debemos renegar de él cuando el resultado nos es esquivo. Sería interesante que ese colectivo docente no acepte las solitudes de sus alumnos en las redes de manera no lacerar la formación de nuestros hijos. Sucede que en el presente la estrategia de la mass media es tratar de deslegitimar las herramientas democráticas debido a que el sistema en esencia, cosa que aún no han comprendido, no puede ni debe contemplar los deseos políticos de los derrotados y quien resulta ganador, gracias a Dios, es quien ejecuta según la determinación de la voluntad popular.
Cuando el colectivo derrotado no acepta las reglas del juego democrático e ingresa en una espiral de violencia, fogoneada por el poder real, cree que su razón está por encima de lo que escogió el pueblo y comienza a ensombrecer esas herramientas democráticas a través de operaciones varias. Por supuesto que la irresponsabilidad dirigencial juega un rol fundamental. En estos micrófonos Srodek afirmó literalmente que en Santa Fe, el Frente Cívico había robado la elección, y lo dijo luego del escrutinio definitivo, hace dos días nos enteramos que en Chubut y luego de las recurrentes denuncias también del PRO y una vez finalizado el recuento definitivo el FPV extendió su diferencia en toda la provincia. Ahora sucede tres cuartos de lo mismo en Tucumán.
Una diferencia de 15 puntos a favor del oficialismo, cosa previsible según los estudios preliminares es puesta en duda por goteo temporal, la dirigencia acompaña, dicha puesta en escena es amplificada por sus aliados mediáticos, el combo dio el resultado esperado tomando como base operativa aquel precepto deslegitimador mencionado.
Joaquín Morales Solá escribió en La Nación el miércoles pasado: “Un viejo presagio sostiene que el kirchnerismo no se irá del poder sin violencia y sangre. Es probable, en efecto, que Juan Manzur haya ganado la gobernación pero lo cierto es que el kirchnerismo tucumano fue derrotado en las cuatro o cinco principales ciudades de Tucumán, empezando por la capital provincial. La fiebre por la "continuidad" se encargó luego del desastre, la represión y el fuego.

Esto es una muestra cabal de cómo el establishment dominante se caga en el sistema y en las herramientas democráticas más allá de tomar a sus lectores como verdaderos pelotudos. Claro está, cada uno se deja tomar, es una elección. Ya nadie se atreve a poner en duda el triunfo del FPV y esto lo sabían desde las seis de la tarde del domingo, entonces la pregunta es por qué hicieron lo que hicieron. Porque es necesario lacerar tanto el sistema como sus herramientas para que la voluntad popular sea puesta en duda y de ese modo la minoría política considere caprichosamente que no los es. Ruidos y sonidos no son la misma cosa. La oposición ha preferido dejarse seducir por los ruidos convenientes para tapar los sonidos elaborados, y este formato conspirativo contra la voluntad popular se está configurando desde hace varias semanas por el poder real. Desde diez días antes de las elecciones en Mendoza, en la cual la alianza neoliberal encabezada por la UCR triunfó, están sembrando la idea. Si uno se detiene a enumerar las operaciones mediáticas que ha sufrido el gobierno nacional solamente en este año los sorprendería, cuestiones que sin solución de continuidad fueron trocando o volatilizándose en la misma medida que iban fracasando… Desde la fraudulenta denuncia Nisman hasta la operación contra Aníbal Fernández tenemos un menú para todos los gustos. Qué hacemos nosotros son esa mercadería, porque no es otra cosa que mercancía, insumos utilitarios que tienen un objetivo concreto. En este caso hacer que los ruidos suenen tan fuerte que no permitan escuchar la musicalidad de los sonidos democráticos.

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