Sonidos democráticos y ruidos que no lo son tanto
por Gustavo Sala
Hace pocos días, curioseando por las redes sociales, se
viralizó una frase dentro de uno de los círculos docentes de Coronel Dorrego que
me hizo bastante ruido y que le era adjudicada erróneamente a Eduardo Galeano.
La misma sentenciaba que si el voto sirviera para algo estaría prohibido. En
esta semana, dentro de esos mismos foros observo el dibujo de una urna llorando
debido a los eventos desdorosos que ocurrieron en los comicios de la Provincia
de Tucumán. Vamos a ponernos de acuerdo, si hace una semana el voto no servía
para nada lamentarse porque este entra en estado de sospecha resulta una mera
especulación dialéctica. Por supuesto que el voto sirve, en tanto y en cuanto
nosotros como sociedad le demos la importancia que se merece, antes y después
de los comicios, no debemos renegar de él cuando el resultado nos es esquivo. Sería
interesante que ese colectivo docente no acepte las solitudes de sus alumnos en
las redes de manera no lacerar la formación de nuestros hijos. Sucede que en el
presente la estrategia de la mass media es tratar de deslegitimar las
herramientas democráticas debido a que el sistema en esencia, cosa que aún no
han comprendido, no puede ni debe contemplar los deseos políticos de los
derrotados y quien resulta ganador, gracias a Dios, es quien ejecuta según la
determinación de la voluntad popular.
Cuando el colectivo derrotado no acepta las reglas del
juego democrático e ingresa en una espiral de violencia, fogoneada por el poder
real, cree que su razón está por encima de lo que escogió el pueblo y comienza
a ensombrecer esas herramientas democráticas a través de operaciones varias. Por
supuesto que la irresponsabilidad dirigencial juega un rol fundamental. En
estos micrófonos Srodek afirmó literalmente que en Santa Fe, el Frente Cívico
había robado la elección, y lo dijo luego del escrutinio definitivo, hace dos
días nos enteramos que en Chubut y luego de las recurrentes denuncias también
del PRO y una vez finalizado el recuento definitivo el FPV extendió su
diferencia en toda la provincia. Ahora sucede tres cuartos de lo mismo en
Tucumán.
Una diferencia de 15 puntos a favor del oficialismo, cosa
previsible según los estudios preliminares es puesta en duda por goteo temporal,
la dirigencia acompaña, dicha puesta en escena es amplificada por sus aliados
mediáticos, el combo dio el resultado esperado tomando como base operativa aquel
precepto deslegitimador mencionado.
Joaquín
Morales Solá escribió en La Nación el miércoles pasado: “Un viejo presagio sostiene que el kirchnerismo no se irá
del poder sin violencia y sangre. Es probable, en efecto, que Juan Manzur haya
ganado la gobernación pero lo cierto es que el kirchnerismo tucumano fue
derrotado en las cuatro o cinco principales ciudades de Tucumán, empezando por
la capital provincial. La fiebre por la "continuidad" se encargó
luego del desastre, la represión y el fuego.
Esto es una muestra cabal de cómo
el establishment dominante se caga en el sistema y en las herramientas
democráticas más allá de tomar a sus lectores como verdaderos pelotudos. Claro
está, cada uno se deja tomar, es una elección. Ya nadie se atreve a poner en
duda el triunfo del FPV y esto lo sabían desde las seis de la tarde del
domingo, entonces la pregunta es por qué hicieron lo que hicieron. Porque es
necesario lacerar tanto el sistema como sus herramientas para que la voluntad
popular sea puesta en duda y de ese modo la minoría política considere
caprichosamente que no los es. Ruidos y sonidos no son la misma cosa. La
oposición ha preferido dejarse seducir por los ruidos convenientes para tapar
los sonidos elaborados, y este formato conspirativo contra la voluntad popular
se está configurando desde hace varias semanas por el poder real. Desde diez
días antes de las elecciones en Mendoza, en la cual la alianza neoliberal
encabezada por la UCR triunfó, están sembrando la idea. Si uno se detiene a
enumerar las operaciones mediáticas que ha sufrido el gobierno nacional
solamente en este año los sorprendería, cuestiones que sin solución de
continuidad fueron trocando o volatilizándose en la misma medida que iban
fracasando… Desde la fraudulenta denuncia Nisman hasta la operación contra
Aníbal Fernández tenemos un menú para todos los gustos. Qué hacemos nosotros
son esa mercadería, porque no es otra cosa que mercancía, insumos utilitarios
que tienen un objetivo concreto. En este caso hacer que los ruidos suenen tan
fuerte que no permitan escuchar la musicalidad de los sonidos democráticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario