Seguimos a tientas
Una vez más parece salir
a escena , la figurita mas difícil, el
ingrediente más codiciado , la grieta más visible. La falta de información precisa, rigurosa,
fundamentada. La negación sistemática de una falta de severidad cuasi de
cimiento en variados temas, nos privan a diario de debates o discusiones con
bases reales, en muchos casos determinantes que obviarían futíles altercados de
cartón que siempre terminan de la misma manera. Variados temas de dominio público, visibilizados
por la radio, no tan públicos para su tratamiento en origen, el que vale, han
poblado las últimas horas la ocupación del Estado municipal. Como ente
definidor de posturas , no siempre atendidas es cierto, pero no para dar curso
a absolutas ponencias, sino para una definición abarcativa del bien mayoritario,
se ve privado una vez más , de elementos o herramientas contundentes que lleven
a la mejor decisión. Eso se parece ver a
la luz de supersónicas determinaciones a nivel estatal, donde la vara no
siempre es la misma, y ya no obedeciendo a una premeditada mirada sobre el
arbitraje experimentado como marca de función, sino desde la improvisación
misma, detalle distintivo de los últimos tiempos, no por el lado de la
decisión, sino por la ausencia de criterios balanceados, basados en parámetros
que deberían ser para todos igual. Hay
que demostrar claramente por que una acción o determinación de todos los
estamentos del gobierno comunal o por otro lado decisiones privativas del
ejecutivo son beneficiosas para el
conjunto de la sociedad, o todavía y apareciendo con cierta celeridad desusada
llegan a satisfacer a algunos. Una vez
mas y si me permiten reiterativo hablo de la falta de elementos en las
resoluciones que se siguen basando en impulsos y posturas , todas muy
respetables, sin animarme a pensar en estigmatizaciones , pero lejos de ser lo
mejor para los mas. No se está
regulando y determinando en forma equilibrada, y no me refiero a un tema en
especial. Las normativas que tienen que ser
cumplidas por todos nosotros y controladas por el Estado municipal, y menciono
a todas las áreas con incumbencia , no son el blanco en este caso, sino en el
serpenteo del tratamiento para el cumplimiento de las mismas, todas , que
desnudan una falta de enjundia política, no para sortear ninguna barrera no
permitida, sino para animarse de una vez por todas a enfocar y abocarse a lo
mejor para todo el pueblo en sí, con su gente adentro y no desde la parsimonia
de morigerar todo conflicto o lo peor del caso no enfrentarlo. La prohibición
no siempre se basa en el cuidado, la mayoría de las veces encarna privaciones.
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