sábado, 21 de noviembre de 2015

EDITORIAL PROGRAMA SÁBADO 21-11 LADORREGOAM1470


la mayoría no comprende la amenaza
por Carlos Madera Murgui #



Resultado de imagen para amenaza natural

Sorpresivo, deja de serlo cuando se transforma, el hecho, en algo habitual o esperado. Los fines de semana largos dejamos de sorprendernos en dos aspectos de nuestro andar cotidiano. La respuesta de los habitantes hacia una posibilidad,  que sin dejar de ser comercial en el fondo, reaviva y reafirma ciertas conductas que jamás serán dirigidas por nadie y las reincidentes buenas ventas en los fines de semana o mes, obviamente con ritmos definidos por bolsillos más poblados,  siempre va a hacer así, pero  desnudando la dudosa rigurosidad y lo desafortunado de lala opinión de un panorama comercial , que al menos dista de lo sombrío que los últimos tiempos se empeñan en presentar.
Precisamente al ciudadano consumidor, trabajador, asalariado, que ha forjado su economía, hasta la diaria, en el escepticismo, las dudas, las luchas y los miedos de los ya no tan últimos tiempos , no se la podemos contar, ni nosotros , ni nadie. Cautela y sentido común encuadran hoy a quien maneja el fruto de su esfuerzo diario, sus bienes, sus proyectos, sus posibilidades que como pudo fue sorteando,  penurias económicas que hoy se miran desde muy lejos; que sin dejar de ser fragoso para muchos, cobra aspecto de expectativa para la mayoría.
Cualquier ciudadano que vive de su trabajo, es hijo de la esperanza, su incondicional y única aliada. Eso si hay que tener trabajo. Dos aspectos,  adquieren similitud desde la soberanía del intérprete. Cuándo festejar y qué  y no siempre hacerlo desde el consumo. Nos mostramos optimistas ante la incertidumbre y desesperación de amplias franjas de la sociedad, especialmente en ciudades grandes de nuestro país;  por allí no con el blindaje pretendido natural de estas latitudes,  donde a la mayoría le parece que la “ situación” , solo lo marca la televisión y ocurre lejos de nuestras barbas. Suspiros de unión, alegría, reconciliación, con la clara consigna táctica de no decir nada sobre la cuestión económico-social ni, en general, de ninguna cosa realmente importante,  tratando de demostrar que son posibles los cambios reparadores y redistributivos sin conflictos que los acompañen   Por lo tanto una buena parte de los ciudadanos, no alcanza a comprender la amenaza. La peculiaridad es que los anuncios  están acompañados siempre de un diagnóstico calamitoso de la situación económica argentina actual que la vida cotidiana de las personas no autoriza.  Esta matriz consciente y estratégica anunciada y analizada sobre grandes desórdenes económicos y sociales en las últimas décadas en nuestro país,  choca con un solo inconveniente,  la creencia de todos sus habitantes, algunos admitiendo, otros negando,  una realidad que indudablemente cambió y todos sin excepción le pusimos el cuerpo.    El hecho real es que ese discurso  ha impactado fuertemente en un sector de nuestra sociedad; un sector que incluye porciones de los grupos sociales más beneficiados por las políticas económicas, sociales y culturales de estos doce años.  Se habla de cierta fatiga social ante la conflictividad política que acompaña necesariamente a los procesos de transformación  circunscribiendose  a la poca tolerancia anímica de algunos sectores a los cambios para superar los lenguajes estereotipados, la simplificación de la diferencia política y la carga de sectarismo que todos los movimientos populares arrastran.
Esta es la materia de la movilización popular de estos días, la conversación sobre el futuro instalada en el lugar real.  Lo que se discute es cómo se deben distribuir los recursos económicos, sociales y culturales para que Argentina pueda crecer como una comunidad política estable, soberana y socialmente justa. De esto se está hablando en la calle: de salarios, de empleo, de empresa que crece, de poder adquisitivo que se defiende como un dato de justicia y también como el motor principal de una economía orientada a la producción y la satisfacción de necesidades sociales. Llegó el momento del final de las palabras, se trata de nada menos que nuestro destino. Lo tenemos con el voto, consciente, con lo que a cada uno le concierna, el futuro es de todos, pero lo elegimos de a uno.
Será la única forma de reforzar nuestras posiciones desde la razón y el entendimiento como corresponde. Las consecuencias , al menos desde que me acuerde no han variado mucho, y de lo que estoy seguro,  aunque la culpa la tengan otros , siempre….siempre depende de nosotros, de lo que elegimos, de lo que protagonizamos, de lo que nos acordamos, y lo que definitivamente siempre queremos.

 # Conductor Testigos de privilegio que se emite de 10,30 a 12,30 los sábados por LadorregoAM1470


No hay comentarios:

Publicar un comentario