por Carlos Madera Murgui #
La inconsistencia del debate político en la Argentina subraya un escamoteo
permanente a lo fundamental,
deteniendose en lo intrascendente , tratando de anestesiar clamores
populares regimentado manipulatoriamente donde mayoritariamente el hombre en su
esencia no es protagonista. No es ni siquiera novedoso este enfoque de la remozada
derecha sintetizada muchos años atrás por el sociólogo estadounidense Samuel P.
Huntington diciendo por ejemplo " que la democracia seria un sistema muy
bueno si no se diera en ella la pretensión de la participación y la
igualdad". Se postula de esta manera una democracia elitista cuya raíz es
antidemocrática, tratando de adormecer y evitar la participación de todos y
hacer que el sistema solo consista en una circulación de elites. Ha quedado demostrado
en las últimas horas. Es natural que todas las fuerzas de signo democrático se
asocien para combatir a un gobierno ilegitimo, sin perder tiempo en criticas laterales. Pero
suena absurdo aplicar el mismo esquema bajo gobernantes surgidos de la
mayoritaria voluntad popular. En un orden democrático la crítica lateral es no
solo posible sino también necesaria, porque esclarece a la ciudadanía. La vida
de un país es un mosaico de ideas y la gente necesita saber en que difieren
unas de otras, que criticas tienen para formular, las personas que las
enuncian. Este esclarecimiento no se logra,
si el único juego crítico existente es el de la oposición contra algo,
no justificando nada. Es lo que predomina hoy en la argentina democrática,
Nadie que tenga afinidades básicas con el gobierno y es oposición va a cometer
el error político entre comillas de dar a conocer su concordancia. Este modo de
operar carga de irracionalidad la discusión política, si la hubiera, pues el
debate, si lo hubiera, elude la
identificación de afinidades y diferencias reales para limitarse a consistir en
una competencia entre quienes ejercen el poder y quienes aspiran a ejercerlo.
Una democracia no puede funcionar así, No puede haber plena convivencia democrática
donde las puras estrategias electorales prevalecen sobre estrategias para
gobernar que todos deberían conocer. El apego a lo insustancial denota
incapacidad. Lo diario por mas importante que sea, se somete funcionalmente a
un sector social que cree dominar el país desde obsesiones donde conductas supremas
reinadas coinciden llamativamente con épocas
transcurridas. Se propaga y se distingue la consideración de un tema como el único
valor absoluto. , respecto del cual todos los demás serian relativos. Los
valores de la justicia, libertad, juridicidad, derechos humanos, igualdad,
participación, equidad, se deberían
desprendidos de toda regulación normativa, con lo cual se camina por la cornisa
de dilapidar todos los avances casi fundacionales de los últimos años.
Dirigentes apoyados en pseudas representaciones , como sindicales, políticas,
sociales, gremiales, religiosas o periodísticas imponen una agenda diaria de
tensión permanente sea el tema que cuadre, porque lo perseguido es precisamente
eso en temas ideológicos- corporativos de intereses muy claros que es lo que
gran parte de la población no ha alcanzado a comprender que en el país, más
allá de la falta de debates y confrontación sana de ideas, lo que impone lamentablemente
para ellos , es el poder de la elección. La educación y la difusión de hechos
concretos, realidades más que opiniones, han traído al país, todo un estado de
discernir permanente, de la mayoría de los ciudadanos.
Los supuestos y necesidades como principio básico, en el intento de que el aparato estatal se
ponga al servicio de concepciones, proyectos e intereses que no puedan justificarse
a través de métodos públicos y racionales, paso a la historia semienterrada de nuestro
país. Los sectores privilegiados deben sentirse motivados a desempeñar un papel
activo en el mantenimiento de un sistema de organización social donde
resulten debidamente compensadas las desventajas causadas por factores sociales
de vieja data , de forma que los individuos menos favorecidos históricamente
por esas desventajas se vean favorecidos en una sociedad a la que
mayoritariamente le va bien. Para eso están los gobiernos elegidos por el
pueblo, con políticas y orden jurídico.
La lucha contra el elitismo en el campo educacional, sigue viva y tan dura
como siempre. El primer motor de esta lucha es un propósito de tipo moral. A
estas razones se han sumado con los años otras de naturaleza técnica y económica
para perseguir el mismo objetivo. La consigna de dar alcances universales a la
enseñanza ya es una imposición del proceso productivo. Si pretendemos
crecimiento, desarrollo, despegue, tenemos que querer enseñanza para
todos y en todos los niveles. Fundamentalmente hay que seguir ampliando la
educación para la libertad. Una democracia integral democratiza todo.
Una poderosa maquinaria bio política detrás de cada movimiento está a
prueba ante la posibilidad de lo imprevisible,, la técnica decide con el saber
correspondiente. El hecho real es que ese discurso tecnocrático moralista ,
pregonando hacer las cosas de otro modo, con respeto, en unión fraternal , con
alegría, ha impactado fuerte en un sector de la sociedad, paradójicamente beneficiado fuertemente en los
últimos 12 años.
No obstante, el activismo popular agrega un factor conmovedor a la
imprevisibilidad, algunos se están almorzando prematuramente la cena, el dólar
recontra alto alguna vez lo escuche, y es herramienta conocida.
La democracia sigue intacta, la hipocresía, la arrogancia, el miedo de
muchos de sus protagonistas los asedia cotidianamente. La presión de sus
propias herramientas priva de la indiscreción, la imprudencia y el coraje que
merece un político que se tilde de tal. Hoy la prudencia se llama encuestas, esto por sobre el pensamiento llano ha dejado
de lado la lucha por el propio mensaje. Encarnar, discutir, pelear. Con fuego, con imprudencia, con pasión y sin discreción, eso es un político.
# Conductor Dorrego Despierta que se emite de lunes a viernes de 7 a 9 por LadorregoAM1470
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