lunes, 7 de septiembre de 2015

::Adoquines salvajes:: 5 de septiembre::


Un 5 de Septiembre en Dorrego
::Por Gustavo Marcelo Sala::


La causa caratulada como Rebelión fijó competencia dentro del Juzgado Federal de Bahía Blanca a cargo del Doctor González Warcalde. Luego de sesenta detenciones efectuadas y entre denuncias de apremios, maltratos y torturas con picana eléctrica, el 27 de octubre la Cámara Federal revoca el fallo del Juez calificando de Sedición los eventos consignados ordenando la inmediata liberación de los detenidos pendientes, entre partícipes necesarios y encubridores, que estaban alojados en los centros de Algarrobo, Bahía Blanca y Coronel Dorrego, modificando el tenor de las responsabilidades individuales. Así pues la Cámara Federal desestimó el alegato de la fiscalía que sostenía una clara intencionalidad de deponer al Gobierno Nacional. El cuerpo de abogados defensores estaba formado por: Doctor Carlos E. Cisneros, Doctor Arturo H. Duprat, Doctor Eduardo González (hijo), Doctor Roberto Isnardi, Doctor Germán E. Noetzly, Doctor Eduardo Murphi. En su alegato final justifican plenamente lo actuado por Juan Bautista Maciel y sus acompañantes dando causas y razones sobre lo sucedido teniendo en cuenta los siguientes términos: “Sólo llevaban una finalidad. Pedir. Procurar que las autoridades locales le garanticen al pueblo el derecho del sufragio conforme a las leyes vigentes. Sólo procuraban que, en su pueblo, se respetara el derecho político de sus ciudadanos. El fraude hecho sistema, Policías y civiles armados impidiendo el acceso del votante a los comicios, o en el interior del mismo, en el cuarto oscuro, obligando a votar bajo amenaza de muerte por la lista oficialista; secuestro de libretas, vuelco de padrones, expulsión de fiscales opositores, adulteración de actas, empleados atemorizados que realizaban el voto cantado en violación a la ley, y por último el cambio simple y llano de las urnas”……

…Es allí cuando Juan Bautista Maciel, Winchester en mano y ajeno de protección, decidió encarar como instancia suprema hacia el edificio del club Social recibiendo dos certeros impactos provenientes del experto tirador amparado en la torre de la Parroquia. Su grito silencioso, póstumo y doloroso, sentenció el final de la aventura cívica..
 
La exposición de su cuerpo, huérfano e inerme en uno de los canteros de la plaza determinó el fin de la revuelta; la mayoría de los combatientes se dispersaron hacia los aledaños de la aldea perseguidos por las fuerzas policiales, el resto fueron detenidos in situ, inclusive los moradores del club Social que no dejaban de llorar frente a los despojos de su líder. La batalla de Coronel Dorrego en pos de defender los derechos civiles y la libre determinación popular se llevó a cabo durante la muy británica hora del té y duró solamente treinta minutos. Además de Juan Bautista Maciel cayeron en combate sus más fieles y cercanos compañeros, los que lo amaban, los que respetaron sus silencios y fueron dolientes habitantes de sus más hondas tristezas: Carlos Costa, Severo Vera y Emilio Navarro…

 Epílogo 

A continuación se detalla el listado de ciudadanos que acompañaron a Juan B. Maciel en aquella tarde del 5 de Septiembre de 1937 ya sea en el interior de los blindados, en el club Social o sólo de a píe...
Carlos Costa

Severo Vera

Emilio Navarro

Genaro Morales

Anastasio García

Aage Haugaard

Wilfredo Roubió

Grialdo Leguizamón

Arturo González (alias Pancho Villa)

Manuel Guartara (alias Malito)

Rodolfo Roubió

Juan Carlos Roubió

Roberto Roubió

Felix Sergio Gómez

Silvestre Miranda

Florencio Gómez

Luis Fonseca

Bernabé Guzmán

José Liébana

José Muguerza

Guillermo Stuarts (hijo)

Gervasio Fernández

Luis Goggi

Antonio Luis Costa

Y algunos pocos más que la crónica decidió olvidar...


 

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