sábado, 26 de septiembre de 2015

Editorial Testigos de privilegio programa sabado 26 Ladorrego AM1470

suman o restan con la velocidad de un rayo....

por Carlos Madera Murgui

Resultado de imagen de velocidades politicas


En la consideración de las múltiples interpretaciones, se fundamentan otras tantas y diversos elementos vinculantes de la materialidad de la decisión popular. Principio o factor de la decisión y de lo popular, muy difícil de encuadrar en los desemejantes análisis de especialistas y protagonistas. Varían desde el que ganó, porqué lo hizo, porque no ganó por mas, que el avance de la disconformidad, que la teoría del reclamo , que los candidatos incidieron en forma personal sobre las propuestas, que la instalación tardía, que la falta de ideas, que falto apoyo, que los espacios están desmembrados, que ya no existen liderazgos, que algunos no son oficialismos ni oposición, que las opiniones periodísticas.  Todas atendibles, no sé si relevantes, lo que sí creo que las decisiones populares y masivas deben ser respetadas y no solamente luego que se expresen mediante el voto, ya que allí no queda otra que venerarlas por los representantes de la democracia. Hablo de antes del comicio, con respeto en el sentido de la responsabilidad del mensaje, en la profundidad y seriedad de las promesas, en lo pensado y estudiado para impulsar candidaturas que despierten al menos observancia en la capacidad y trayectoria, porque para todo se necesita trayectoria y bases creíbles. Es cierto que alguna vez hay que empezar, pero deberá ser paulatino no desde la cima, porque el revés es más duro, y el abandono del derecho a la participación se transforma en un camino muy corto, que ya hemos visto en varios, que desanimados abandonan sus efímeros correteos políticos, después de fugaces mieles protagónicas.  Los tan reclamados liderazgos no se consiguen de un día al otro, y no sin dificultades que blinden personalidades, dignas y merecedoras de ser escuchadas. Esto, no se consigue en cursos de rápidos desenvolvimiento ni en caras capacitaciones, solo se fundamenta andando, conociendo, respetando, leyendo realidades desde el mismo nivel, comprendiendo situaciones algunas desconocidas y otras que deberán ser mensuradas y adoptadas para tener respuestas convincentes , al menos en proyecciones concretas, con honestidad ideológica y partidaria ,reales, que lleven a ser atendidas. La determinación popular del sufragio es disímil en cuanto lo que incide en la elección de un postulante. La opinión anticipada de lo bueno o lo malo, que le pueda pasar a alguien, y principalmente en lo último, lo malo, siempre o casi siempre se centran en factores ajenos, nunca se equivocó la estrategia, la culpa es del otro o de lo otro . Lo que se debería revisar, más aún en un conjunto de personas, como supone un grupo político, es el proceder de cada uno de todos, ya que el menor desliz en las conductas, y no hablo de moralinas intrínsecas, sino en movimientos políticos que en el día a día, y en un lugar como en el nuestro , suman o restan con la velocidad de un rayo y la fatalidad de la caída del mismo rayo en la consideración del afectado entre comillas. La opinión de las personas públicas, lo repito bastante seguido, incluso la nuestra, obvio, tienen que ver, pero son eso, opiniones, que si bien tienen su valor y su peso específico en cada actividad, no están emparentadas ni cerca con resoluciones masivas, de gentes que concurren a votar y elijen sus candidatos, bajo un paraguas de preferencia que sería interesante que todos los armadores y los dirigentes de la política se ocuparan de tabular con más detenimiento y rigurosidad, ya que el soberano habita de a uno, y por medio de un sobre. Es dable pensar entonces que no hay un elemento tajante para esgrimir en nítidos desempeños adversos. Nada esta comprado, y esa misma diversidad para el corte de boleta o lo múltiple del voto, merece un ítem de preocupación extra o estimación más aplicada: que ya nada arrastra a nadie, que el extraordinario derecho de elegir se convierte en eso. La elección es ejercida de la mejor manera, hasta la abstención de hacerlo, como nos demuestra la existencia de muchos votos en blanco. Hechos de la realidad, históricos, han quedado grabados en el estudio del comportamiento de los votantes. Los protagonistas tienen el derecho adquirido, aunque todos podemos opinar. La opiniones desde la consideración periodística, no supone ni cerca elementos determinantes en la circunspección popular. Las adhesiones al encolumnamiento detrás de un candidato, transita por otros carriles distintos que ofrecen es cierto, desde los medios de prensa mayoritariamente, pero tales como propuestas o perfiles que sí tienen la oportunidad de llegar masivamente y que todos poseen por igual. El derecho asiste,  pero también lo asiste al votante, y al periodista, pero no implica una  coincidencia porque sí. Las opiniones adversas, tendrían que tener el mismo peso y determinación que provocaron la adhesión o el lisonjeo. Cualquiera de las dos acciones siempre tienen que ir en afinidad con una responsabilidad y coherencia. El derecho esta visto y comprobado se ejerce a pleno, algunos se postulan con amplia libertad y otros los eligen con la misma libertad, por más de lo que se diga o que se escuche también con libertad. Hasta aquí, parece casi normal para los tiempos de la política. Arreglos, nuevos espacios, anuncios, diagnósticos,  discursos y acciones que llevan a la política y sus dichos, no siempre, no todos, a correr el riesgo de parecerse al amor; Caer en la irresistible necesidad de decir cosas que no debemos, teñidas de tonterías y en el momento indebido. Cuestiones, todas componentes seguramente de la misma realidad, que a veces no nos deja reflexionar sobre nuestra responsabilidad y desempeño.


# testigos de privilegio- sábados de 10,30 a 12,30 x LadorregoAM1470

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