Lo imposible.... solo cuesta un poco mas de tiempo
La matriz política lugareña ha codificado, ya desde hace
muchos años, las preferencias del electorado dorreguero en ofertas sin enjundia
extremadamente cautelosas y mesuradas. Es cierto con épocas hoy olvidadas, muy
difíciles, donde el dinero no circulaba, donde aparecieron papeles nuevos, con
trueques, inflaciones espantosas, pérdidas de empleo, de bienes, de sueños, de
proyectos, todo se fue al infierno. De esa época aprendimos de lo colectivo, de
la solidaridad,…. también del individualismo. Momentos muy penosos, que deben
estar en la memoria permanente. Nada puede
llevar a pretender falsas promesas ni mentiras de campaña, pero algo más
arriesgado en el sentido del intento, del rumbo, de lo que pretendemos, que
obviamente a veces no coincide con la realidad. Pero para eso debemos debatir
hacia dónde vamos, que es lo queremos; porque el solo hecho de subsistir en un
lugar tranquilo que todos queremos no satisface por completo las ansias de
superación de nuevas generaciones que piden protagonismo y desarrollo, porque
no todos verán los mejores días fuera de aquí. Algunos quieren irse, algunos
pueden, algunos no quieren, muchos están y aquí quieren crecer y desarrollarse.
Hace tiempo un oyente me comento expresiones de un entrevistado que desde su
prospera condición, conseguida con trabajo genuino y no menos esfuerzo decía en
este programa que prefería un Dorrego que no cambiase, por los motivos que
todos rescatamos. Que la gente de afuera iba a contaminar una pureza donde
todos nos conocemos. Que Dorrego no necesitaba que nadie hiciera negocios aquí,
que estaba el pueblo en lo ideal. Aun así este joven se mostraba preocupado y
hasta contrariado al escuchar esos dichos porque su prisma, con muchos menos
años e hijos pequeños pretendía al menos una esperanza que lo animara en los
albores familiares. Deberíamos ser más rigurosos con la inquietud de todos, hay
que revisar y debatir y discutir la forma de crecer, la forma de actuar. La
dirigencia no debería tener tanta circunspección y reticencia para abordar
temas como desempleo, adicciones, vivienda, y todo otro tema que cuadre. La información necesaria que básicamente tiene
un candidato lo lleva a fundamentar ciertas discusiones que los habitantes del
común no manejan. O en antítesis se deslizan reflexiones demasiado
conformistas, casi con desconsuelo, desnudando ineptitud y falta de condiciones
como para enfrentar el desafío. Desde allí se deben contraponer quienes
defienden la importancia de mantener lo que gozamos en todos los ámbitos,
incluye los que brinda el Estado y lo que se podría mejorar y las posibilidades
concretas mediante análisis más allá del trazo grueso, pero insisto desde la
seriedad, rigor y sinceridad de los
dichos con conocimientos y proyecciones desde la información más acabada, ya
que existe una realidad doméstica de la cual no todos hablan. Trabajos de
relevamiento atendibles, con cifras que no hagan dudar al más distraído,
saliendo de lo gratificante, de lo higiénico, para introducirnos en el problema
real de todos, pero que no siempre
paguen o sufran los menos. Importar consultores que nos relaten experiencias
muy exitosas de otras tierras, puede ayudar, pero lo que necesitamos es
discutir entre nuestra gente, que entiende el lugar, las ganas, y la
idiosincrasia dorreguera, cuáles son
nuestras posibilidades. En un panorama que cambio mucho en los últimos años en
cuanto a posibilidades laborales, con la incorporación al mercado formal y
donde el Estado deberá agudizar más el brazo que promueva e impulse nuevas
oportunidades, no hablo de cobijar empleos estatales, sino de convertirse en agente
multiplicador de acciones de gobierno superiores, con involucramiento decidido
en la implementación. Y no implica repartir nada, sino planificar gestión
oficial para el desarrollo privado. Hablar de compromiso, supone poner….otra
cosa. Los diagnósticos y decir que es lo que hace falta por un lado; recordar
orgullosamente lo que se ha hecho y decir que se va a continuar por el otro, no
edifica un panorama muy alentador para optimizar mejores ánimos en la
población. Para saber qué es lo que tenemos que hacer, tenemos que convencernos
hacia dónde vamos. Esto no significa que no existan ideas muy arraigadas sobre
las formas, con quienes y hacia dónde. Pero sería definitivo y gratificante
escuchar relatos sinceros que grafiquen posiciones que no van a cambiar, contraponiéndose a quienes verifican una
alternativa válida y que arriesgan la voluntad de intentarlo. En pocos más de
20 días comenzaran otra vez a mostrar las caras, ojala seamos testigos en esta nueva fase de la
campaña hacia fines de octubre, de debates con mas compromiso que obligue a
mejorar, a todos.
Esto se conseguirá, en tanto, los temas se planteen, se debatan, se
discutan. Necesitamos hablar un idioma más claro, y sin ocultar nada, no porque
se nos ocurra, si no porque Dorrego necesita del trabajo, el compromiso, y
tomar conciencia de los cargos que van a ocupar, no perdiendo de vista que
mucha gente que va a confiar y también la que no lo haga, están esperando que
esto suceda. Ya alguien lo dijo “ Lo imposible….solo cuesta un poco más de
tiempo”
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